La suerte se viste de blanco en Gran Canaria

El portero costarricense del Real Madrid Kaylor Navas (d) intenta detener un lanzamiento del delantero brasileño de la UD Las Palmas, Willian José en partido correspondiente a la vigésima novena jornada de liga en Primera División en el estadio de Gran Canaria. EFE/Ángel Medina G.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

Los griegos creían en la diosa fortuna como una divinidad caprichosa, de nombre Tiqué, que curiosamente era representada jugando con una pelota como símbolo del azar de sus decisiones, que a veces subía y en otras bajaba. Neutral, daba y quitaba a su antojo sin reparar en la meritocracia.

Quique Setién valoró cuando su equipo consiguió la tercera victoria consecutiva frente al Villarreal como “inesperada”. Dijo que los amarillos tuvieron “ese punto de suerte necesario” para veces a un equipo superior. 

Durante tres encuentros la diosa se alió con los amarillos, incluso evitando que el club no encajase ni un sólo gol durante más de 300 minutos. Pero frente al Real Madrid se vistió de blanco.

El equipo entrenado por Zidane es una máquina de hacer goles pero su irregular temporada, careciendo de estilo de juego, hace que en un partido pueda meter siete a uno (frente al Celta) o perder (hasta cuatro derrotas y seis empates cosecha el Real Madrid).

La UD Las Palmas planteó su estilo de juego desde el inicio quitándole la posesión a los blancos y creando ocasiones (Keylor Navas salvó una de las más claras en un mano a mano frente a William José).

Con muchas ayudas defensivas y los jugadores muy juntos, los amarillos conseguían salir de la presión alta de los visitantes, que adoleció de lo que es su principal baza: su verticalidad.

Sólo de una gozaron los blancos. Cristiano Ronaldo a la contra disparaba al muñeco y el balón se iba a corner. Sergio Ramos, sólo, remataba el primer gol que le marcan de saque de esquina a la UD Las Palmas esta temporada.

La UD Las Palmas jamás se vino abajo ni se rindió, luchando hasta el final obtuvo su merecida recompensa con el empate de William José a pase de Momo, quien realizó un partido enorme, en la recta final del encuentro.

Pero casi un minuto después la fortuna volvería a agitar su varita para que Casemiro marcase su primer gol de la temporada tras otro saque corner en contra de los amarillos.

Dos saques de esquina resultarían suficientes para que los de Setién se quedasen sin sumar en la jornada 29 y con gusto muy amargo, con la sensación de haber merecido más en favor de un Real Madrid que con lo justo y con la suerte de su lado conseguía el primer triunfo de Zidane en Gran Canaria.

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