Félix Meana, restaurador instalado en EEUU: “Para mí es muy fácil sorprender con vinos de la marca 'Canary Wine”

Integrantes de la misión comercial de EEUU a Canarias, donde han permanecido 10 días en contacto con la uva y el vino de calidad

El Diario Agrícola

Santa Cruz de Tenerife —

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Una delegación de destacados importadores, distribuidores y restauradores de Estados Unidos ha visitado durante más de 10 días distintas bodegas y campos de viticultura de las islas, en una misión comercial organizada por la denominación de origen protegida Islas Canarias, cuya marca comercial es Canary Wine.

Actualmente, la exportación de esos vinos de calidad, con la contraetiqueta Canary Wine, supone una media del 8% de la facturación de las bodegas integradas en ella, pero hay marcas concretas que exportan hasta el 30% de su producción, se asegura en un comunicado de esta organización.

“De ahí -se prosigue- la importancia de misiones comerciales como esa, mucho más en un mercado tan enorme y abierto a probar y dejarse conquistar por nuevos sabores y donde los vinos de las islas tienen mucho que ganar por ser tan diferentes (salinidad, suelo volcánico, más de 80 variedades, libre de filoxera y agricultura con pocos aditivos, entre otras características excepcionales)”.

“El suelo volcánico es una de las principales características de los vinos Canary Wine”, asegura Félix Meana, que ha trabajado con el laureado chef José Andrés y ahora es propietario de Kattie Button Restaurants. Sirve 600 comidas diarias, 900 los fines de semana, con más de 100 empleados. “Solo el cuidado y cómo trabajan esas viñas es espectacular”, dijo ese especialista e integrante de la misión inversa que estos días ha visitado las islas.

Muy exóticos para los norteamericanos

Para Jessica Gualano (jefa de Ventas de la compañía Bowler en la costa este de EEUU), “dado que Canarias es una región tan especial desde el punto de vista geográfico, esto los hace precisamente muy atractivos para un americano; para nosotros un vino de las islas es muy exótico, muy diferente. No son muchos los americanos que saben dónde está Canarias. Cuando se lo contamos, lo aprecian muchísimo, porque a los americanos nos gusta lo distinto, diferente, único; a los que apreciamos el vino valoramos algo que no hayamos probado antes. Estamos entre los primeros en importar vinos Canary Wine a los Estados Unidos. Nos ayuda mucho el relato de que este es un suelo volcánico, que muchos provienen de agricultura ecológica, el clima… Sí, es algo muy exótico para un americano”.

“Una de las características que más destaca la gente es la salinidad. El aire del océano impregna la uva y, cuando esta se exprime, aporta esa salinidad que los convierte en vinos únicos. El público lo aprecia mucho”, destacó David Helter, jefe de Ventas en Napa Valley East, importador y distribuidor en Miami (Florida).

Felipe Monje fue uno de los anfitriones de esa delegación en la isla de Tenerife. “Esto ha sido importantísimo”, asegura. “Los vinos los puedes entender cuando vas al lugar donde se cultivan, donde conoces a quien lo hace y los catas in situ. Ahí es donde empiezas a entender algunas de las propiedades que tiene el vino. Los americanos piensan de otra manera, con una mentalidad muy abierta. Que estén aquí palpando cómo lo hacemos es un plus para todos. Está la experiencia y el vínculo personal que hace el vino”.

Los 'Canary Wine' dan mucho juego

Los americanos son muy aventureros, asegura Félix Meana. “Para irse a sota, caballo y rey, siempre tendrán un Rioja, Ribera o Rías Baixas, pero siempre recomiendo otras áreas geográficas con las que les puedo sorprender. Es muy fácil para mí sorprender a alguien con la DOP Islas Canarias. Dan mucho juego y al americano le gusta aprender: es un público muy agradecido”.

Lo expresa igualmente Jessica Gualano: “Muchos americanos no viajan tanto al exterior, así que a veces puede resultar una misión algo difícil, porque la referencia de un viñedo que tienen puede ser algo como Napa (California). Otro factor interesante es que no tenemos historia; somos un país nuevo y aquí sí tenemos mucha. Así que les enseñamos fotos, vídeos y organizamos degustaciones. En ese momento es cuando percibes el alma de la isla, la salinidad, la mineralización del suelo volcánico… Una vez han visto fotos y vídeos, conocen la historia y los prueban; es muy sencillo vender Canary Wine porque les encanta”.

Felipe Monje recuerda que, junto a la ventaja de que el americano quiere aprender y está dispuesto a dejarse conquistar por los vinos de Canarias, EEUU también presenta el reto de ser un mercado enorme, apetecible para todos los productores de vino del mundo. “Hay que decir que es un mercado donde hay que continuar, seguir manteniendo, visitar con frecuencia, dotándolo de novedades, porque no es nada fiel al estar abierto a todas las posibilidades de todas las regiones del mundo. Lo que tenemos que hacer nosotros es seguir mejorando, aumentar nuestra presencia y nuestra calidad”, explicó el vitivinicultor y bodeguero tinerfeño de la marca Monje.

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