Greenpeace colabora en la detención de barcos procedentes de Canarias que practican la pesca ilegal en aguas africanas

Barcos pesqueros.

Europa Press

Madrid —

Greenpeace ha colaborado con el Departamento de Vigilancia Pesquera de Guinea Bissau (FISCAP) en detenciones de barcos, que algunos tienen sede en Canarias, en concreto, en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, y que presuntamente se encontraban pescando de manera ilegal en aguas de Guinea Bissau.

En este sentido, la organización expone, en un comunicado, que las formas de pesca ilegal utilizadas por estos buques estaban relacionadas con transbordos en alta mar, no identificar de manera legible su nombre, el impago de multas o el uso de equipo de pesca ilegal.

Ante estas situaciones, los pesqueros se han llevado al puerto, mientras que su tripulación, así como los propietarios de las embarcaciones, están siendo investigados por las autoridades de Guinea Bissau.

Al respecto, Pavel Klinckhamers, que se encuentra a bordo del buque de Greenpeace, Esperanza, apuntó que el haber localizado “tantos barcos violando la normativa de gestión pesquera en solo unos pocos días, confirma la situación de alarma y descontrol que existe en las aguas de África del Oeste”.

Añadió que las compañías pesqueras y las tripulaciones “se han acostumbrado a sobreexplotar las aguas de Guinea Bissau. Encontrar todos estos barcos haciendo pesca ilegal de una manera u otra, demuestra la facilidad para realizar pesca ilegal en estas aguas”.

Greenpeace se encuentra con su barco Esperanza en las aguas de África del Oeste con el objetivo de documentar las “amenazas” de la sobrepesca a la vida marina y cómo afecta a la seguridad alimentaria de millones de africanos que dependen de proteína de pescado para sobrevivir.

En este sentido, consideran que “cada vez hay más barcos de pesca en estas aguas, no solo barcos de terceros países (europeos, chinos, rusos) sino también barcos de pesca industrial africanos”. La organización ya ha visitado con su embarcación países como Cabo Verde y Mauritana, estando actualmente en Guinea Bissau.

Greenpeace demanda la creación de un organismo de gestión regional en esta zona de África Occidental para garantizar la transparencia, la mejora de la gobernanza y el impacto positivo en la economía local y el empleo en todos los países de esta región.

En cuanto a los barcos detenidos, se encuentra el Saly Reefer, avistado el 22 de marzo haciendo un transbordo ilegal con el Flipper 3, el Flipper 4 y el Flipper 5, todos ellos con banderas de Comoros y pertenecen a Sea Group SL con base en Las Palmas.

La responsable de Océanos de Greenpeace, Celia Ojeda, ha resaltado que el consumo de pescado de las poblaciones de la costa Oeste de África “está sufriendo las consecuencias de la sobrepesca y la pesca ilegal. Las repercusiones de la sobreexplotación en seguridad alimentaria y la economía son elevadas” porque, dijo, en estos países, donde la gente depende del pescado como una de sus principales fuentes de proteínas, la pesca artesanal “es una fuente vital de ingresos y empleo para casi siete millones de personas”.

Finalmente, exponen que se estima que la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada (IUU, en sus siglas en inglés) en África Occidental, redujo el número de empleos en los sectores artesanales en 300.000 entre 2010 y 2016 en Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Bissau, Guinea y Sierra Leona, lo que implica “miles de millones de dólares anuales en ingresos”.

Así, Guinea Bissau “es donde hay más pesca ilegal” se produce y ponen como ejemplo que en el año 2014, las autoridades de Guinea Bissau “documentaron hasta ocho buques que pescaban ilegalmente durante una semana de patrulla” pero, matizan, que las sanciones por violar la normativa en el mar en Guinea Bissau “son demasiado débiles o la ley no se aplica correctamente”.

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