El mexicano Enrique Morones pide a Europa que trabaje para evitar las muertes de los inmigrantes

El fundador de la asociación civil mexicana Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, considera que los países de Europa deben trabajar más en favor de los inmigrantes que llegan por millares a sus costas procedentes en su mayor parte de África y Asia.

Morones destaca el trabajo de acogida de Alemania y Suecia, pero hace hincapié en que “todos los migrantes son igualmente importantes” y recuerda que, “en general, ningún país ha hecho una buena labor” con los desplazados, que han vivido en 2016 el peor año de la historia moderna con más de 8.000 personas fallecidas mientras intentaban cruzar una frontera, 5.000 de ellos en aguas europeas y 1.000 en el límite entre México y Estados Unidos.

El fundador de Ángeles de la Frontera ha asistido a un programa de actividades enmarcadas en la iniciativa Gran Canaria Solidaria del Cabildo con el objetivo de contar qué sucede con las personas que dejan su país y arriesgan su vida. Una experiencia en la que muchos de ellos llegan a fallecer en busca de mejores condiciones que las de su país. Así lo recordó este martes el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

La consejera Inés Miranda señaló que Morones es “testimonio vivo” de que es posible que los seres humanos se entiendan y que, con independencia de credos, razas o colores, el mundo puede ser más libre, derribando las fronteras que separan a las personas.

Ángeles de la Frontera comenzó hace más de 30 años a ayudar a los inmigrantes mexicanos que intentaban cruzar zonas desérticas hacia Estados Unidos y necesitaban agua para no morir en el camino, que se volvió especialmente peligroso a raíz de la construcción de un muro en 1994 en un tercio de la frontera, que mide en total 3.000 kilómetros y de los que ya 1.000 están separados por una barrera física.

11.000 muertos por culpa de un muro

Tras la construcción de ese muro, 11.000 personas han fallecido en su camino hacia Estados Unidos, un país que “se ha portado especialmente mal con los migrantes”, afirmó Morones, quien ve contradictoria esta política frente a la habitual defensa mundial del país por los derechos humanos

Cabe destacar que actualmente más de 5.000 personas trabajan en Ángeles de la Frontera llevando agua al desierto, facilitando comida a los inmigrantes que buscan trabajo en Estados Unidos y organizando encuentros en el Parque de la Amistad, entre San Diego y Tijuana, para que padres e hijos separados por la frontera puedan encontrarse, muchos por primera vez en sus vidas.

Otra de las acciones de la asociación consiste en visitar el Pateón de los Olvidados, el mayor cementerio de migrantes no identificados de América, con más de 500 tumbas en las que sólo aparece una cruz con las palabras ‘No olvidados’, que recibe la visita de colectivos sociales, religiosos y de voluntarios para rendir homenaje a los que dejaron su vida buscando un país mejor.

México vivió hace unos meses una imagen similar a la del niño sirio Aylan Kurdi, muerto a los tres años en una playa mientras intentaba salir de su país. En este caso fue Marco Antonio Víaseñor, “que también murió boca abajo”, junto a 18 hombres en la frontera entre México y Tejas, “pero esa foto no la vio nadie”.

Morones asegura que en su país existe una “gran preocupación” por el nombramiento de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, una persona que “ha dado desde el principio mensajes de odio”, que ha atacado a los mejicanos al llamarlos “violadores y criminales” y a otros grupos sociales como musulmanes y mujeres.

“Un ataque contra uno es un ataque contra todos”, afirma el fundador de la asociación, cuyo lema es “el amor no tiene fronteras”, mensaje que difunde por los países que visita en busca de mentalizar de que un mundo mejor es posible.

Morones asiste este martes a dos centros educativos de la capital grancanaria para explicar el trabajo que realiza su asociación, además de impartir la charla titulada ‘Política y Solidaridad ante los Muros’ en el Paraninfo de la ULPGC.