Ahorre cinismo

Tenemos un consejero de Hacienda tan hacendoso que, si fuera por él, recortaría fulminantemente los gastos de personal del Gobierno de Canarias, pero él sigue cobrando un pico.

José Manuel Soria cree que el ejecutivo regional podría tirar con la mitad de las consejerías que tiene y puede que tenga razón. Lo que es seguro es que la suya no la tocaría porque para él es imprescindible.

Todas las demás son prescindibles. Si me apuran, hasta la presidencia es prescindible, sobre todo cuando contamos con una vicepresidencia bicéfala que además está al frente de Economía y Hacienda.

En época de crisis estos cantos de sirena se reciben con especial fruición, aunque el que los propague sea un demagogo que elevó los gastos por todas las instituciones en las que gobernó antes.

Este es el hombre que se rodeó de guardaespaldas bien pagados con dinero público porque, en sus aires de grandeza y megalomanía, confundía Canarias con Euskadi cuando fue alcalde de Las Palmas de Gran Canaria.

Este es el hombre que se gastó 360.000 euros cuando era presidente del Cabildo de Gran Canaria en una bandera gigante que no ha servido para nada y que ahora es un largo mástil sin paño en la plaza de la Fuente Luminosa.

Este es el hombre que gastaba millones en su imagen, su promoción y su autobombo cuando estuvo al frente del ayuntamiento y el cabildo y que ahora nos quiere dar lecciones a todos de cómo ahorrar en época de vacas flacas.

Seguro que en muchos de nuestros políticos faltan austeridad y sentido común, pero en algunos de ellos, además, les sobra cinismo, incoherencia y demagogia.