Aznar y el Estado de las Autonomías

De momento, a este fascista, que no hay que olvidar fue partícipe del Trio de las Azores, cuando Bush, Tony Blair y el mismo se alienearon para atacar a Irak, se le ha ido la olla dejando en el puto culo a su antiguo jefe Manuel Fraga Iribarne que fue uno de los que crearon el Estado de las Autonomías, junto a otras formaciones políticas democráticas como la UCD de Adolfo Suárez, el Partido Socialista, Partido Comunista, Convergencia y Unió, y entre los ponentes estaba el líder por entonces de Alianza Popular, Fraga Iribarne, y por lo visto Aznar lo ha olvidado. y todos pusieron su granito de arena para acabar con la dictadura del General Franco. Menudo carcamal este Aznar que ahora deriva contra el autonomismo. Cuando en mi caso soy un federalista republicano convencido me pone los pelos de punta el tal Aznar.

El estado de las autonomías causa estragos según el ex presidente del Gobierno, José María Aznar que, de nuevo, ha vuelto a criticar la actual Constitución española. España no podrá competir “ni en Europa ni en el mundo con unas comunidades autónomas aspirando a convertirse en mini-estados”, ha dicho este fascista disfrazado, un elemento peligroso, que incluso ahora se manifiesta en contra de la democratización de Egipto. “Hay que tener en cuenta los intereses del mundo occidental para actuar en Egipto”, ha venido a exclamar quitándose la careta. Es el colmo de un fascista que está contra las posiciones internacionales de Barak Obama y Hillary Clinton, aunque tibias y confusas, y deseariá que estuviese en el Poder en Estados Unidos su amiguete George Bush, que sin duda alguna estaría apoyando al dictador egipcio Mubarak y a toda su familia de bandidos peligrosos que sólo hacen robar al pueblo.

Ya ven, sigo suspirando por una República Federal, y Aznar añora un estado centralista y dictatorial, y estoy convencido que aplaudiría con las orejas una intervención militar norteamericana para preservar “la seguridad del mundo occidental”. La vecina del quinto cuando le hago esta observación va y me dice quisquillosa y sonriente: “Pero hombre, usted sigue en el limbo, parece mentira que no recuerde lo que escribía Aznar cuando era joven en Valladolid sobre la democracia española. Si pensaba eso en su juventud, ahora con más años se ha hecho más conservador, lo que le pasa a todo el mundo, menos por lo visto a usted”. Y me dejó con la palabra en la boca.