Estás bonito tú

No entiendo mucho de economía. Lo que me explican, puedo asimilar y poco más. Bueno, mucho más: los mortales de este país vivimos hipotecados hasta la cejas, mirando cómo esa cosa llamada Euríbor amenaza la paz familiar. Viene a decir Solbes que España no corre el riesgo de otros países europeos más desarrollados y de Estados Unidos, con caídas de bancos al vacío de su avaricia. Vale. Que mucho menos habrá corralito a la argentina con nuestro dinero. Lo apuntan también expertos internacionales, alabando la regulación del sistema financiero español. Pues qué bien para los banqueros, ¿no?

Está bonito Solbes. ¿Habrá que creerlo? El ministro de las perras se pasó meses huyendo de la palabra crisis para admitir hace unos días que atravesamos la peor de todas desde que él tiene uso de razón. Ahora intenta tranquilizar a los españoles con sus ahorros seguros en esas cajas de buitres que son las entidades bancarias. Y da la impresión de que el común de los mortales debe contentarse con eso y dar gracias a quien corresponda. Sin rechistar, por supuesto.

Bueno, obligados a confiar en Solbes -¡ay mi madre!- la cosa está en que este capitalismo enérgico que no se crea ni se destruye sino que se transforma -ahora por ese socialismo made in USA para ricos con la nacionalización de las pérdidas después de privatizar toda ganancia posible- aprieta cada día más a las familias, pero como Dios, no llega a ahogar. Cobramos en sueldos traducidos a pesetas de 2002 más la subida anual de los precios y pagamos hasta el cortado con el redondeo abusivo del euro. Sin que los gobiernos de Aznar y Zapatero hicieran nada para regular también semejante atropello.

Tendrá razón Solbes, es un suponer. Este segundo mandato socialista poco recuerda a aquel ¡no nos falles! del 14 de marzo de 2004. Tiene toda la pinta de estar acorralado por la presión de patronos y banqueros para que siga la senda de Vladimir Bush. Y empieza a lanzar mensajes a la opinión pública, como ésta última de Solbes, de que mejor nos estemos quietos con resignación cristiana que peor será quedarnos bajo un puente con el culo al aire. ¡Ay mi madre!