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Una de cal, muchas de arena

Cándido Quintana / Cándido Quintana

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Si recuperamos esta virgen y medioambientalmente muy importante zona, sólo para iniciativas de este tipo, para generar energías renovables y para el disfrute ciudadano de los deportes de vientos, que allí se concentran como en ningún otro lugar de Tenerife y que son totalmente incompatibles con un puerto como el que pretenden, habremos dado un gran paso adelante para la conservación de la Isla. Acabo de llegar de la Isla de Lanzarote, a donde fui a actuar con la Agrupación Folklórica Tacoremi, y en un paseo colectivo que hicimos por la maravilla de Timanfaya, de la que volví a disfrutar como ya hice hace muchos años, a los amigos de allí que nos acompañaban, ante tanto entorno virgen perfectamente conservado, de esos que algún que otro sinvergüenza de por aquí cataloga como “erial de ínfimo valor”, les trasladé la posibilidad de arreglar la situación con don Antonio Plasencia, por aquello que dice con orgullo de que la “construcción es vida”, pero se negaron en rotundo.

El amigo Ramesh, como siempre profunda y especialmente preocupado con la corrupción y toda la asquerosidad que le rodea, me remite una noticia de prensa relativa a actuaciones de la Fiscalía Anticorrupción. En este caso sobre expedientes sancionadores abiertos por la Policía contra el dueño de varios establecimientos en la calle de la Noria, que sospechosamente nunca acabaron en sanción por parte de la Gerencia de Urbanismo, y sobre el Parque Marítimo, por posible enriquecimiento ilícito por eventos no autorizados durante 15 años, desde que don Manuel Parejo era el concejal responsable. De que la Justicia está infradotada, no hay la más mínima duda, la duda, y valga la redundancia, es de si lo está porque les interesa, por razones obvias, a los grandes Partidos Políticos, pues dentro de ellos hay demasiados impresentables que deberían estar entre rejas, para que no sigan jodiendo y empobreciendo al Pueblo y poniendo al País en un indeseable punto de mira que avergüenza y algo más.

Efectivamente, contamos, entre otros que aportan mucho en ese infradotado terreno judicial, con doña María Farnés Martínez, pero la podemos perder, si tras su traslado a Madrid para continuar con la Trama de Las Teresitas, ya saben, por culpa del PP y del PSOE que no impidieron, como tenían que haber hecho, que don Miguel Zerolo Aguilar fuese nombrado Senador, se quedara allí. Y es que el lodazal -politicoempresarial- tinerfeño es muy amplio, parece no tener límites y salpica a demasiadas actuaciones, no sólo a la Playa de las Teresitas. Basta con hacer un recorrido mental por las muchas actuaciones oscuras o sin sentido, que en Tenerife se han hecho realidad en los últimos tiempos o que están en vías de hacerse, para tener una idea. Ahora toca exigir responsabilidades por las que ya han aflorado e impedir que otras culminen, y aunar esfuerzos para que nuestros cada vez más escasos recursos se concentren en lo realmente importante, en la precariedad social.

Porque, privatizar la mejor y más rentable empresa municipal, me refiero a EMMASA, ¿en que se justifica, cuando hablamos de un servicio esencial para la población que funcionaba a las mil maravillas y no daba pérdidas? ¿A donde ha ido a parar el dinero de su venta? ¿Y construir el puerto en Granadilla, que como ya es sabido no funcionaría ni medianamente bien y sí haría un grave e irreversible daño al Medio Ambiente, además de asumir demasiados riesgos, porqué? ¿Y hacer el Parque Marítimo con dineros de todos, en una ciudad con graves carencias de zonas de baño, y ponerlo en manos privadas para putear al Pueblo que lo ha pagado y encima permitir que se enriquezcan sus arrendatarios de tan vil manera? ¿Se ha hecho una cuenta de explotación desde que fue dado en concesión? No lo creo, estoy completamente seguro de que ha dado pérdidas y, así y todo, parece que pretenden volver al mismo sistema ruinoso, en vez de gestionarlo públicamente dada la importancia que tiene para Santa Cruz, por esas carencias.

Y así podríamos seguir por un sinfín de actuaciones incongruentes o ilógicas, si no delictivas. Que las familias no tengan ni para comer o que los “sin techo” mueran abandonados y desatendidos en las calles por falta de recursos, poco importa. Y es que la “pasta es la pasta” y contra esto, o los políticos honestos dan la talla por encima de intereses particulares y/o partidistas, o la Justicia debe ponerse en su sitio, por encima de cualquier presión. En definitiva, un Pueblo del diez en manos de unos políticos de mierda, por lo que una Justicia dinámica e imparcial es ahora más necesaria que nunca, y doña María Farnés y otras personas de su talla, independencia y capacidad de trabajo, son muy necesarias, no podemos ni debemos prescindir de ellas. Coincido plenamente con los comentarios y la valoración que hace el amigo Ramesh, acabar con la corrupción reduciría la pobreza en Canarias y por ello vale la pena luchar.

Cándido Quintana

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