Canarias en la investidura

Con el primero, me intriga saber cómo va a justificar Rajoy su voto (“no” o “abstención”), pues parece que Zapatero le va a ofrecer un pacto antiterrorista donde no se contemple el diálogo con ETA. Y si a esto añadimos las razones por las que don Mariano no pudo cumplir el año pasado su pacto Navarra/Canarias para dejar gobernar a la lista más votada en ambos territorios, mi curiosidad se acrecienta.

Por ello, si el líder del PP no se abstiene en la investidura, Navarra puede saltar por los aires y con ella toda la cúpula del Opus Dei que tiene su sede allí ?universidad, sanidad, empresa, banca, prensa... ?, influyente grupo de poder capaz de hacer milagros en política y finanzas.

Nafarroa Bai va a “apretar” a Zapatero para que desaloje a UPN de todo el poder navarro ?primero la autonomía, luego Pamplona? y fuerce gobiernos progresistas como en Cataluña o Galicia, pero será don Mariano quien deba elegir: la abstención, Navarra o... Canarias, como leí en este periódico.

Esta situación ?que está en la cabeza de varios miembros de la Ejecutiva del PSOE, a la que pertenece Juan Fernando López Aguilar, podrá resultar paradójica, extraña o disparatada, pero a veces la política es el Arte de lo posible y obtiene sus mejores logros con la discreción, al más puro estilo florentino ?Saavedra fue un maestro en ello?.

Y así paso al tercer interés canario en la investidura: el debate entre Ana Oramas y Zapatero, con la atenta mirada y el oído fino de Juan Fernando desde el escaño. CC quiere votar “sí” a la investidura de ZP porque así desmiente a JF y lo muestra como exagerado, pero la incógnita es saber si el presidente quiere contar con los nacionalistas canarios como aliados de futuro a medio plazo ?e ir avanzando en esa relación a base de cariños mutuos que acabe con ambos en la cama del Gobierno autonómico- o bien los somete a los cánones del amor mercenario, una relación profiláctica de mutuo interés donde uno paga el dinero y otro pone el voto.

Y habrá que fijarse no sólo en los discursos, sino en los tonos, matices y grises que los acompañan para escudriñarlo.

Federico Utrera