La caradura de los mercados

Por fin le ponemos cara a los mercados. Se la puso la televisión pública británica, bastaron 3 minutos de entrevista en la BBC a Alessio Rastani para conocer la cara de los mercados y comprobar que, como sospechábamos, los mercados tienen una tremenda cara dura. Rastani fue al grano, con un discurso tan claro que parecía que hablaba un portavoz cualificado del 15 M en una obra de teatro sobre los mercados. Sostiene Rastani: “soy trader, a nosotros nos importa que haya una situación sana o como esté yendo la situación general, lo que nos importa es hacer dinero con ella. Personalmente tengo que decir que he estadosoñando con este momento por tres años. Tengo que confesar que cada noche sueño con otra recesión, con otro momento como este”.

Rastani hizo un ejercicio de memoria histórica: “ La gente no lo recuerda, pero la recesión de los años 30 no fue sólamente un colapso del mercado, había mucha gente que estaba preparada para hacer dinero con ese colapso, y eso lo puede hacer cualquiera. Cualquiera puede hacer dinero con la recesión, es una oportunidad. Cuando el mercado caiga, cuando el euro se hunda, si estás preparado podrás hacer mucho dinero con ello”. Aquí un servidor haría un matiz, recordaría una pequeña diferencia con la crisis de 1929: entonces triunfó Keynes y se salió con la intervención del Estado en la economía, no con el asalto de los mercados al Estado, en el 29 los brokers que se arruinaron se suicidaban, en el siglo XXI se llevaron cuantiosas indemnizaciones y realizaron lujosas fiestas con dinero que el Estado dio para salvar a sus entidades financieras. Salvo en Islandia, en el resto de países las bancarrotas y el estallido de la burbuja acabaron en orgías de los directivos financieros y desahucios de los humildes hipotecados.

Y para rematar sus tres minutos de fama internacional Alessio Rastani sentenció: la gente tiene que darse cuenta que los gobiernos no dirigen el mundo, que Goldman Sachs dirige el mundo. Que Goldman Sachs (grupo de inversión norteamericano )y los especuladores financieros a los que asesora dirigen el mundo es algo que llevan diciendo muchos economistas que no son invitados a las tertulias de las grandes cadenas de radio y televisión, también lo dicen los del movimiento 15 M (y Esperanza Aguirre los llama golpistas y peligro para la democracia de Goldman Sachs), también lo contó Michael Moore en “Capitalismo, una historia de amor”, pero quedó como un documentalista comunista.

John Lennon nos decía la vida es eso que pasa mientras estamos entretenidos en otras cosas. Pues la especulación financiera es esa orgía que montan los brokers mientras nos preocupamos por el déficit, el euro y las reformas laborales. Los gobiernos recortan derechos sociales para no aumentar un déficit público que pone nerviosos a los mercados y resulta que el representante caradura de los mercados, el pibe de la city de Londres nos cuenta que a él y a sus colegas de Goldman Sachs le da igual el déficit o los planes de rescate, él no sueña con los rescates, sino con los naufragios porque hace dinero con ellos.

La cadena BBC emitió ayer un comunicado negando que Alessio Rastani se un impostor. Ante la crudeza del discurso muchos medios de comunicación (sobre todo los que tienen en su accionariado a grupos de inversión) y algunos gobiernos (de los elegidos por las urnas, osea de los que no gobiernan) se apresuraron a restar credibilidad a Rastani, la ministra de Economía se apresuró a llamar inmoral a Rastani. Se difundió que podría tratarse de un activista de The Yes Man, gente engaña a los medios de comunicación como forma de denunciar las injusticias.

En la facultad de Periodismo estudiamos a Marshall McLuhan, que hace unas cuantas décadas nos dijo que el medio es el mensaje. Rastani es el emisor del mensaje, pero también es un medio y un mensaje por sí mismo. Los mercados quieren seguir escondidos, no quieren enseñarnos su caradura. Por eso no van a reconocer a Rastani como uno de los suyos. No perderé el tiempo en averiguar si Rastani engañó a su entrevistador de la BBC, lo que me preocupa es el precio que estamos pagando por los engaños y chantajes de Goldman Sachs (y los grandes especuladores), los tertulianos de pensamiento único (pensamiento cero, decía Saramago) y los gobiernos que los obedecen.

Juan García Luján