Espacio de opinión de Canarias Ahora
Casa África (y II)
En primer lugar, el ente público Casa África, inaugurada en el día de hoy, puede constituirse en el epicentro de Canarias y del Estado español para avanzar hacia el desarrollo del conocimiento mutuo, el respeto, la cooperación al desarrollo, el intercambio cultural, formativo e informativo con nuestros vecinos africanos, alejados de cualquier actitud colonial o paternalista. Pero también puede suceder lo contrario, que su orientación gire en torno a la misma política que arruina a nuestros vecinos, provocando entre otros males el fenómeno migratorio. Nos referimos a esa forma de capitalismo salvaje que se ha dado en llamar neoliberalismo, utilizando Casa África como rampa de lanzamiento destinada a la internacionalización africana de capital europeo, norteamericano, español y canario, en colaboración con algunas autoridades africanas, dándole apariencia de cooperación al desarrollo y así obtener consenso social.La financiación de Casa África resulta escasa, así que intentarán, dice Juan Alfonso Ortiz, conseguir financiación privada a través de empresas que tengan interés de invertir en África, tanto canarias como a nivel nacional. ¿A cambio de qué financiarán los empresarios Casa África? ¿Actuará quizá este ente público como intermediario para allanarles el camino aquí al lado? ¿Será una de sus funciones? Además, no hay sitio en la estructura interna de Casa África para las organizaciones sociales africanas y/o canarias, no ya en las instancias que deciden sino tampoco en las consultivas (y no se trata de un desgraciado olvido) pero sí existe un amplio espacio para la actividad empresarial en uno de los tres consejos asesores. De la trayectoria seguida hasta ahora por Casa África, incluido el convenio ya firmado con la Cámara de Comercio, cabe concluir, dice la declaración, que no es válido usar esta institución recién nacida para justificar un proyecto que obedece a intereses privados muy alejados de la solidaridad y la lucha contra la pobreza.Si pretenden internacionalizar la economía canaria, que no sea a costa de los fondos de cooperación y sin subordinar Casa África ni directa ni indirectamente al desarrollo de tales planes. Casa África puede terminar en una nueva frustración para africanos y canarios si se inscribe como parte del expolio internacional de nuestros vecinos en lugar de tomar la senda de la solidaridad que tanto necesitamos. Quien pretenda conciliar estos dos caminos, el de la solidaridad y el de los negocios privados, simplemente se pondrá al servicio del dinero que sangrará a los africanos. No hay enjuague posible. Por un ente público Casa África que nos sitúe en un lugar de referencia internacional ( ) en la que tengan cabida los africanos asentados en el archipiélago canario. África ya tiene bastante con las promesas y los engaños groseros del G.8.
Rafael Morales
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