Los corruptos felices sin Pamparacuatro

Por si todavía queda algún despistado, estamos hablando de una de las tramas de corrupción política y empresarial más importantes de Canarias (de las descubiertas), de más de un centenar de imputados, de medio centenar de detenidos, de una decena de personas que pasaron por la cárcel y están en libertad provisional, de personajes del mundo de la política, la empresa, funcionarios, abogados, de 30.000 folios de sumarios, de decenas de conversaciones telefónicas interceptadas, de unos personajes a los que se descubrió con las manos en un maletín con 100.000 euros, de una decisión política valiente del PSOE de romper su sucio pacto con el PIL, de unas mociones de censura obscenas en el cabildo de Lanzarote y en Arrecife para mantener en las instituciones a uno de los principales partidos implicados en la corrupción (con la participación en la moción de Arrecife de dos concejales corruptos y confesos), de una instrucción judicial que el juez César Romero Pamparacuatro sacó del sistema informático de la comunidad autónoma porque no se fiaba de la seguridad de la custodia de la información, porque la trama llegó a gente vinculada a la propia consejería de Justicia del gobierno de Canarias.

Escribo intentando usar la razón, con esfuerzos para controlar mis vísceras porque dan ganas de llamar gentuza a mucha gente. La decisión del Consejo General del Poder Judicial de apartar a Pamparacuatro de la investigación del caso Unión viene precedida de muchas piedras en el camino que se encontró en magistrado, que le fueron poniendo no sólo los abogados defensores de los imputados (algo habitual y casi comprensible), sino el propio CGPJ y el gobierno de Canarias.

Recordemos que la denuncia se presentó en el juzgado de Pamparacuatro el 5 de junio de 2008. La primera operación importante se destapó el 25 de mayo de 2009. La otra fase de la operación empezó el 19 de abril de 2010. Cuando la instrucción iba ya por los 12 mil folios el magistrado solicitó un juez de apoyo y se lo negaron. También apartaron del caso al fiscal que inició el proceso Ignacio Stampa. Estuvieron a punto de dejar fuera al secretario judicial. Cesar Romero Pamparacuatro ha hecho gala estos años de su origen bilbaíno, demostrando un tesón imprescindible para afrontar los problemas que ponen quienes deberían aportar medios y soluciones. Llegó a un destino, Lanzarote, que él no había buscado. Ya en La Palma le habían buscado las cosquillas acusándolo de demorar las sentencias. Estando en Lanzarote solicitó la plaza en Tenerife, cuando se la conceden solicita la comisión de servicios para poder continuar la instrucción del caso Unión.

El Consejo General del Poder Judicial le concede la comisión de servicios por tres meses (cuando ya había cerca de 30.000 folios de instrucción). Se la dan, por tres meses. Se acabó el 24 de diciembre, aniversario del nacimiento del niñito Jesús. Quizás influenciados por esa milagrosa fecha, desde el CGPJ comienzan las dilaciones sobre la prórroga de la comisión de servicios que encierran más misterio que el de la Santísima Trinidad. El juez comienza el año 2011 preguntando quién le tenía que pagar las dietas por los traslados a Lanzarote, él estaba dispuesto a estar en la isla de los volcanes y cubrir guardias en su destino tinerfeño. La consejería de Justicia dice que no le paga las dietas para investigar el caso Unión. El 9 de febrero le concedieron la prórroga por tres meses improrrogables. Hace unos días el magistrado recibe una llamada de un periodista de Lanzarote que le pregunta cómo valora que no le prorroguen la comisión de servicios. Pamparacuatro se entera por esa llamada de la decisión del Consejo General del Poder Judicial. Felicidades a quienes desde el Consejo General del Poder Judicial y desde el gobierno canario han contribuido a apartar a Pamparacuatro del caso Unión. Y felicidades sobre todo a los corruptos beneficiados, que todavía están celebrando esta decisión.

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Juan García Luján