Espacio de opinión de Canarias Ahora
Le deseo éxito a Soria, oye
Al acto acudieron Paulino y Soria en plan de mutuo marcaje al hombre. Paulino se desplazó a Fuerteventura en helicóptero y utilizó para llegar al lugar un cochazo de alta gama; Soria, en cambio, fue en Binter, qué horror, y se trasladó en coche de alquiler que el informador calificó de “vetusto” y carente, doble horror, de aire acondicionado. Así quiso demostrar la seriedad de su anunciada disposición a renunciar al coche oficial, con lo que se ha metido en la peligrosa pendiente que podría llevarle a utilizar la próxima vez un camello, lo que le permitiría hablar durante el viaje con alguien que no le rechiste.
De todos modos, observó que ha bajado el gallo de su prepotencia y bravuconería. Lo que me preocupa en el plano humano de su salud porque debe haberle provocado un cuasi yuyo psicológico, vista la manifiesta nueva rebelión de las zetas que parecía haber dominado. Lo he oído hablar estos días con mayor sosiego y cierta pedagogía, pero, qué quieren, las zetas delatan que no es el suyo un vivir en sí.
De todos modos, el temperamento le puede al decir de Canarias 7, que en otro de sus nada sorprendentes cambios de varillas, pasó, de ahora para después, de glosar su brillante futuro político tipo León y Castilo a censurarle su empeño en crispar la vida política canaria. Me dicen que siga la pista del dinero para entender el cambio de Juan Francisco García, presidente del periódico revirado y de la Videoreport canaria. No sé si llevarán razón así que lo dejo porque volverán a arreglarse; caimán no come caimán. Entre “huellas imborrables” anda el juego. Ya veremos.
Es la revirada de los cabildos y ayuntamientos la que me interesa ahora. Mayormente por la llamada soriásica al diálogo, con el anuncio de su disposición, Dios mío, a “seguir hablando hasta el infinito”; o sea, hasta que la perdiz arroje la mascada del mareo. Lástima que se desdijera al advertir con igual énfasis que no prestará atención al ruido que hay alrededor del asunto. Es decir, “diálogo y más diálogo”, pero aquí se hace lo que yo (él) mande, vino a decir.
No cometeré la ordinariez de recordar que Soria dejó al Ayuntamiento de Las Palmas y al Cabildo de Gran Canaria con una mano alante y otra atrás; ni que los mal pensados sospechan que a Paulino le salió el rejo ático-sauzaleño de premiar con la Consejería de Hacienda el machaqueo soriásico de la hacienda de las dos principales corporaciones grancanarias, en el que sigue. Creo que exageran ya que, al extender ese maltrato a escala de archipiélago y cabrear de la misma tacada a los ayuntamientos, puso en evidencia que el problema es que no sabe, no que lo mueva la específica y vengativa animadversión a la isla que logró quitárselo de encima. Aunque Paulino lo devolviera en parte pensando que se trataba de un descuido.
Algo de eso, que no sabe, sospeché al oírlo presumir de que él y Paulino vieron venir la crisis antes que el FMI, el Banco Mundial, el 10 de Downing St., el Elíseo, el Vaticano, que de profecías sabe un huevo, y Zapatero, cómo no, que es el culpable; de la crisis y del volcán islandés. Pero, a lo que iba, no se entiende que semejante clarividencia no les llevara en su momento, a Paulino y Soria, a hacer un presupuesto adaptado a las circunstancias críticas que preveían con tanta claridad.
Por todo ello y más me da que Soria no está convencido de que pueda volver a engañar al electorado, aunque no deje de intentarlo. De ahí que ande ocupado en radios y TV metropolitanas que no lo conocen a él y mucho menos saben de asuntos indígenas. Son comparecencias dirigidas a los “genoveses” a ver si le dan acomodo en los madriles. Intento, ya ven, en el que le deseo éxito, a ver si se queda por allá y podemos arreglar lo de acá.
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