Espacio de opinión de Canarias Ahora
Que Dios nos coja confesados
Por ir a lo más reciente, Tebeto y el taponazo judicial a las adjudicaciones de la TDT se lo buscaron los del Gobierno. Como es asunto suyo darle cancha a la consejera Rita Martín, que, aparte de estallarse la intemerata en los estadios europeos, se fue a Oriente a traernos chinos sin ocurrírsele que ellos vienen solos ni pensar que don Olarte los vio primero y ya sabe pedir café con leche en mandarín.
Sin olvidar la forma desconsiderada del grupo parlamentario CC-PP que no dejó a Paulino hacer el paripé con la iniciativa popular de Ben Magec sobre el crecimiento cero de las camas turísticas. Los principios son los principios y no van a renunciar por el capricho de unos progres casposos al muy contrastado de que el desarrollo mientras más insostenible, mejor. El cemento es la vida.
Convendrán conmigo que los psocialistas no han tenido sino que esperar a que el Gobierno se automachaque si añado que Soria se ha superado y extendió a todo el archipiélago los enfrentamientos que ya tuviera con los ayuntamientos grancanarios en sus días de presidente del Cabildo; y que gracias a su manera 'personalizada' y al portador de hacer política seguimos aguardando el santo advenimiento de las energías alternativas, como la eólica.
No es necesario relacionar al completo los desastres paulineses que dejaron en poca cosa los adánicos. La cuestión ahora es cómo salimos de ésta, en el buen entendido de que previamente es preciso librarnos de Paulino y Soria. Como las desgracias nunca vienen solas, el Ejecutivo que encabezan nos ha caído, les dije, en medio de una crisis global que, al decir de los expertos, será larga.
Por vía estatutaria, poco hay para rascar. Los supuestos de cese del Gobierno son la celebración de elecciones (cuando toquen, en 2011), la pérdida de confianza parlamentaria y la dimisión, incapacidad o fallecimiento del presidente. Es complicado forzar elecciones anticipadas; además de inútil. Sería precisa la dimisión o el cese por censura del presidente, seguido de la propuesta parlamentaria de su sustituto. Éste deberá conseguir, en primera votación, mayoría absoluta; de no obtenerla, habrá de intentarlo nuevamente dos días después. De no lograrla tampoco, se tramitarían sucesivas propuestas de candidatos y si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura ninguno consigue la confianza de la cámara, se disolvería el Parlamento para celebrar nuevas elecciones.
Iniciar el proceso no es fácil. Es precisa la dimisión del presidente, que pierda una moción de confianza o que prospere una censura en su contra. En cualquiera de los casos tendría que avenirse el PSC, lo que no parece estar en el horizonte. Dice CC-PP que no es posible entenderse con el PSC mientras siga ahí López Aguilar. Pretenden disimular que es justo al revés: es Aguilar quien no quiere pactar ni loco con CC-PP; en conjunto ni por separado. No se le perdonaría que trapicheara con CC para liberar a Paulino de Soria y sus cargas judiciales, que pesan sobre la escasa credibilidad del Gobierno; y ni les cuento del apaño con el PP que le supondría al PSC hacer de Simón Cirineo cargando la misma cruz soriana. A la costa ni “amarrao”, que se decía en lo antiguo.
Sin contar con que en cualquiera de los arreglos sería irrenunciable para el PSC, como primera fuerza política de Canarias, exigir la presidencia, a la que, por cierto, no podría optar Aguilar. El arreglo con los psocialistas sólo sería posible, pienso, si en CC o en el PP se producen iniciativas que aparten a Paulino y a Soria, lo que va para largo.
Si iniciar el proceso no es fácil, culminarlo nos llevaría hasta cerca de las elecciones del 2011 y para ese viaje no se necesitan alforjas. Estamos condenados a pasar con este pobre Gobierno la crisis económica. Con la incertidumbre del cuento de Pepe Monagas, el del mapa a bordo del barco a la deriva. Había, recuerden, unas manchas en el “napa” que no sabían identificar: “-Si es tierra, nos salvemos, Regorito, pero como sean cagadas de moscas, que Dios nos coja confesados”. Pues eso.
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