Espacio de opinión de Canarias Ahora
Emigrantes buenos y emigrantes malos
A Venezuela también fue Cristina Tavío, presidenta del PP de Tenerife. ¡Qué ricas estaban las papas arrugás, el mojito canario que te jincaste Cristina! Y qué bonito bailaba aquel grupo de música canaria. Y qué lindo hogar canario con la gigantesca piscina. No sé si pudiste ver la imagen de la Virgen de los Reyes que tienen los emigrantes herreños, o la de Candelaria que tienen los chicharreros. Por cierto, Cristina, tenías que haber preguntado a Hugo Chávez si va a poner un contrato de integración a los inmigrantes que lleguen a Venezuela, para que respeten las costumbres venezolanas. Sí, para que se adapten a ese país. Si hubieran firmado ese contrato hace 30 ó 40 años no estarían todavía encerrados en esos hogares canarios donde te lo has pasado tan estupendamente sin probar una arepa. Pero a esa gente no hay que pedirles que se adapten, sino que voten por el PP y Coalición Canaria, que tengan los derechos democráticos que no tienen los inmigrantes malos que trabajan y pagan sus impuestos en Canarias. En la relación de emigrantes buenos que están en Sudamérica no debe incluirse a Ramón Pérez Almodóvar. Ramón es un periodista canario que vive en Perú después de haber sido despedido de varias empresas periodísticas por presiones políticas. Una sentencia judicial llegó a darle la razón, pero el boicot continuó. Uno de sus “delitos” fue haber sido coautor del libro “El paraíso según Adán”, donde desvelaba la mezcla de política y negocios como una costumbre típica del poder político que reina Canarias hace casi dos décadas. Ramón emigró pero creo que no frecuenta los hogares de canarios que estos días han recibido con isas y folías a Paulino Rivero y Cristina Tavío.
Luego están los emigrantes malos. Los que viene aquí a lapidar a las mujeres, a cortarles el clítoris y a tirar piedras a las pecadores, como si fueran homosexuales. Por si alguien lo duda estoy hablando de los emigrantes africanos, que pretenden vivir aquí y rezar a Alá. O de los emigrantes colombianos, que se instalan aquí sin querer renunciar a montar bares donde ponen música de su país, como si fueran canarios residentes en Venezuela. Estos son los emigrantes malos que no se quieren adaptar. Entre los emigrantes que residen aquí también hay excepciones. Por ejemplo los señores que han montado el banco Árabe Español viven felizmente en territorio hispano sin haber firmado ningún contrato de integración porque son inmigrantes buenos. Estoy seguro que si gana las elecciones Mariano Rajoy no llamará al director adjunto de este banco Amed Aburkis o a sus consejeros Omar Mohamer Seghayer y Abdurauf Shneba, (por citar tres nombres) para preguntarles si practican la poligamia, o si han practicado la ablación a algún familiar. No, a la gente poderosa que viene de nuestros países aliados como la monarquía absoluta de Kuwait no perderemos el tiempo en preguntarle por sus costumbres. Fíjense qué cómodos están con algunos musulmanes que la tristemente famosa candidata pepera Carmen Guerra prepara sus discursos sobre la “oblación´” y la lapidación en la sede electoral situada en la calle León y Castillo, puerta con puerta con el Banco Árabe Español. Qué bonito está el cartel de Mariano Rajoy con “las ideas claras” junto al letrero del Banco Árabe Español escrito en su propio idioma al lado del Parque Santa Catalina. Seguro que no se hubieran atrevido a abrir una sede junto al local de un colectivo de homosexuales y bisexuales, auque en este último caso el cartel hubiese quedado bien, lo digo en serio (algunos amigos de Mariano me entienden).
Juan GarcÃa Luján
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