Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Me lo explica?
No sé, puede que lo mejor sea colgarse del techo, boca abajo ?tal y como lleva haciendo Spider-man los últimos cincuenta años- y, aprovechando la acumulación de sangre en el cerebro, encontrarle sentido oculto a los datos del informe.
Otra opción es esperar a que la televisión pública canaria o su locuaz emisora de radio nos ilustren con una interpretación de los datos. Me imagino que, con su capacidad para transformar el “agua en vino” y los desastres del actual gobierno canario en logros interplanetarios, el desmentir, apostillar o reinterpretar el informe Pisa será pan comido.
Y si, ¿en vez de todo eso se recurre a “ahogar” los resultados, para así hacerlos más llevaderos? Científico, lo que se llama científico, no me parece que lo sea, pero ya se sabe que el alcohol ayuda a sobrellevar las penas y las carencias de nuestra existencia terrenal.
Claro que, una vez superado el resacón resultante, la cruda realidad volverá a golpear la dura sesera de los responsables de educación de la comunidad canaria, una vez más, tras una década desastrosa.
Dicha realidad vuelve a decir, una vez más, que Canarias ocupa el furgón de cola en cuanto a la calidad de su sistema educativo, obviedad que no pasa desapercibida para muchos ciudadanos de las islas, entre los que no se encuentran sus mandatarios. Los jóvenes canarios son capaces de leer un texto más o menos, pero cuando se trata de profundizar, investigar un poco, vamos, entender lo que significa tal o cual titular, naufragan miserablemente. Tampoco es que en matemáticas, ciencias y otras materias brillen demasiado, dado que, si no se entiende lo que se lee, es imposible llegar a profundizar en tal y cual materia.
Recurrir a tantos por cientos, decimales y otras triquiñuelas por el estilo, además de simplista, me parece un insulto para todos aquellos que pensamos que sin la educación un país no puede prosperar. Si quieren contentar a su parroquia con interpretaciones esperpénticas, que lo hagan, pero de puertas para adentro, porque, a estas alturas ya está bien de tomarnos el pelo con tanto descaro.
¿Acaso es relevante que, a la vez de estar en la cola de nuestro país, estemos a la cola de los países de la OCDE? ¿Suaviza un poco el hecho de que las nuevas generaciones de jóvenes canarios están recibiendo una formación deficiente y pensada, da la sensación, única y exclusivamente para lograr su adoctrinamiento en pos de mantener el estatus vigente en la comunidad canaria? ¿O nos saldrán ahora con que lo que vale es la “universidad de la vida” y que el resto son majaderías?
Interpretaciones se me ocurren muchas y ninguna de ellas buena, aunque, ¿qué se puede esperar de una tierra donde se eligen candidatos que, en etapas anteriores, fueron unos pésimos gestores culturales? ¿Por qué nos venimos a extrañar de los malos informes en cuanto a la educación, si en lo primero que se recorta ?ante la palabra crisis- es en educación y en sanidad, antes que en gastos de representación y “autobombo” oficial?
¿Acaso no hemos disfrutado, a lo largo de esta legislatura, con algunos consejeros que ni siquiera sabían mantener una conversación sencilla sin darle una buena somanta de palos a la lengua española?
Con tales ejemplos, el que ahora nos vengan a contar “cuentos de brujas” para tratar de negar lo que es evidente con tan solo salir a pasear por la calles de cualquier ciudad de las islas, suena a sainete y del malo.
Soy de los que reside en el considerado “país escapado” por parte de los responsables del área de educación de la comunidad y mejor les vendrían darse un paseo por estas latitudes antes de escudarse en sandeces como las que ahora están argumentando.
Lo mejor del caso es que los finlandeses son muy críticos con su sistema y no paran de buscar soluciones para que dicho sistema funcione mejor. No obstante, detrás del llamado “milagro educativo finlandés” se esconde no sólo una tremenda inversión ?desorbitada, para un país tan tacaño como lo es el nuestro en el tema de la formación- sino la certeza de que, sin una buena formación -tanto la del alumnado como la del profesorado- es imposible que el país se pueda sostener.
Por extraño que les suene a quienes están recurriendo al ábaco para justificar el fracaso de su modelo de gestión, lograr que las personas adquieran un mente crítica y abierta hacia la realidad del mundo en el que viven no es cuestión baladí. El asilvestrar a la población ?como así está ocurriendo- puede que, en un futuro cercano, consiga votos para el gobierno canario, pero también puedes que desemboque en desastre en un futuro más lejano... La historia, una asignatura olvida trufada por el nacionalismo rancio que campa en nuestro país, está cansada de poner ejemplos que dicen, precisamente, eso.
Quizás, de lo que se trata es de volver a mirar hacia otro lado como han hecho los responsables de educación de la comunidad canaria, a la espera de que otra noticia les robe el protagonismo. Con argumentar que las cosas ya estaban mal cuando ellos llegaron y ¿qué podían hacer, tal y como están las cosas?... todo solucionado.
O, también, se puede recurrir a una hoja de cálculo, a al sensacional programa informático de la comunidad canaria ?ése que está más tiempo estropeado que en funcionamiento- para que, entre todos, los datos nos den la posición exacta del furgón de cola, destino, peso, velocidad y hora de llegada. Y eso que, antes, se podía poner el reloj en hora con los trenes de RENFE, aunque ya las cosas no son como antes. Los burros vuelan, dos + dos son... 5,56780 -si se mira con el meridiano de Greenwich, un minuto antes de la llegada del Halley- y, claro, vamos nosotros y nos lo creemos.
Eduardo Serradilla Sanchis
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0