Garzón: ¿ángel o demonio?

Solemos contactar en contadas ocasiones: las onomásticas, el día de Acción de Gracia, y por Año Nuevo. Pero en esta ocasión me ha sorprendido con un dossier de 26 páginas, en las que se recoge de forma minuciosa y pormenorizada, la trayectoria profesional de D. Baltasar, documento que según me dice, un grupo de españoles, residentes, piensan remitir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con el sano propósito de hacer valer la intachable trayectoria profesional del magistrado.

El documento relata con todo detalle, su trayectoria en la Audiencia Nacional, por sus sumarios contra miembros de ETA, el narcotráfico y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). En 1993 fue elegido diputado de Madrid por el P.S.O.E nombrado Secretario de Estado del Plan Nacional sobre Drogas, dimitió un año después, reintegrándose a la Audiencia Nacional. En 1998 decidió encausar a Augusto Pinochet, por crímenes contra la humanidad, cometidos en la persona de ciudadanos españoles. Procesó y ordenó la detención de 98 militares argentinos, acusados de genocidio y terrorismo. Declaró ilegal a la organización Ekin, a la que acusó de controlar el entramado financiero en el entorno de ETA. Solicitó el levantamiento de la inmunidad parlamentaria de Silvio Berlusconi, por presunta violación de las disposiciones antimonopolio. Disolvió a Herri Batasuna, embargó sus cuentas, para responder de los daños derivados de los actos de violencia callejera. En 2003 ordenó la suspensión de las actividades del PCE.r, considerado referente ideológico del GRAPO.

Dicen los españoles de allá, que si con ese currículo, se le aparta de la carrera judicial, por apoyar la Ley de Memoria Histórica y autorizar la exhumación de los españoles asesinados por el franquismo. España, como nación, quedaría desacreditada ante el mundo, que no entendería que, el estamento judicial español, este siendo manipulado por Falange Española, de triste recuerdo para el exilio, Manos limpias, que esconde en su seno a la ultraderecha nostálgica, colaboradores activos del dictador y al Partido Popular que le acusan de “montar” la Operación Gürtell (Correa en alemán), para imputar a sus hombres más significativos, a saber: Esteban González Pons, Luis Bárcenas y el “niño” de D. Mariano, Francisco Camps, al que con extraordinaria torpeza salió a defender el vicepresidente del Consejo del Poder Judicial, atacando a Garzón, por haberle imputado.

Con todos esos llamativos “mimbres”, no es de extrañar que fuera de nuestras fronteras, nos miren con cierto recelo, y pongan en duda la independencia del Poder Judicial, que en crédito, va cuesta abajo y haciendo chirriar demasiado su engranaje.

Mientras D. Baltasar, espera paciente a la puerta de la Audiencia Nacional, su recusación, pero él se inhibirá, algo que ya nos contaba hace algunos años; y que los torpes, han olvidado. Cabría aquí recomendar a nuestros estimados lectores, la lectura de El mundo sin miedo reflexiones en alta voz de un Magistrado, que para unos es un ángel, y para otros un demonio.

Antonio Ortega Santana