Espacio de opinión de Canarias Ahora
Garzón y Bono, mártires de la democracia
A tenor de lo manifestado por el Sr. Pons, que ha venido a decir: Vivís en un sueño de elefantes rosas, como Dumbo“ respuesta a las palabras de Elena Valenciano, que decía: ”El nuevo franquismo le pasa factura a la democracia“. Cabría pensar que: o son analfabetos en historia o amnésicos por decisión.
Ese temor, que ahora aflora de forma desmesurada, ya no sólo de los que aún viven y fueron verdugos, sino de sus descendientes, muchos auténticos demócratas, e incluso luchadores por las libertades, durante esos cuarenta años, que, quizás, conocedores de los ultrajes cometidos por los de su misma sangre, avergonzados, hoy se vean en la necesidad moral de dar la cara, y condenar sin paliativos la conducta de sus antepasados. Personalmente, opino que ello podría ser muy saludable, para sus conciencias, pues los hijos, no son responsables de la conducta de sus padres. Tengo amigos, compañeros desde mi época de estudiante, que, conocedores de las abyectas conductas de sus ante pasados, no han tenido ningún reparo, en reconocerlas y manifestar públicamente su repulsa por aquellos actos.
Lo que sí extraña, es la posición de los dirigentes y militantes del Partido Popular que, “contra viento y marea” niegan rotundamente que en el seno de su partido, aún hay nostálgicos e incluso autores de los desmanes que por unos y otros se cometían, bajo el amparo de la tristemente Ley de “Vagos y maleantes”. Aquel saco sin fondo, donde metían, desde el Gays al “rojo” clandestino que intentaba minar los cimientos de la dictadura militar, aún tenemos voz. Quienes, de los que tuvimos la “desgracia” de soportar un interrogatorio de aquellos agentes de la policía social, en sus lúgubres cuartuchos, exhibiendo su arma “reglamentaria” y se “apiadaban de tu persona, por haber sido engañado por el compañero que tenían en otro ”cuartucho“ al que le contaban la misma historia; antes de ”refrescarte“ tus lumbares, con aquellas hediondas toallas mojadas, para que no quedase constancia del mal trato. Cuantas veces, nos hemos encontrado en cualquier transporte público o en el vestíbulo de un cine o teatro, al mal encarado individuo, que seguro él no te recuerda, pero que tú le llevas grabado con sangre en tu cerebro, que te azotó e incluso llegó a escupirte, tildándote de escoria.
Por todo ello cabría decirle a D. José María y sus correligionarios, a D. Mariano y sus Nuevas Generaciones, que afronte con valentía le realidad histórica, y que no busquen angostos caminos, lejanas montañas ni vericuetos senderos, para eludir una realidad que, sí existiese buena voluntad, sería resuelta, sin el revanchismo y el “tú más” que hoy invade la política de nuestra sufrida España. Yo, y miles como yo, hemos perdonado, pero no olvidado. Pues por mucho que la memoria sea débil, aún resuenan en los oídos de los españoles, aquella famosa frase de D. Manuel Fraga Iribarne.“La calle es mía” a la que parece ser que no han tenido acceso ni la Sra. Cospedal, ni la Sra. Saez y tantos y tantos hombres y mujeres del P.P que niegan de forma sistemática, lo que el viento no se llevó, para que perdure en el recuerdo, y no volvamos a cometer los mismos errores y atrocidades.
Antonio Ortega Santana
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0