La gata de Bush

Por más escandaloso y extravagante que pueda parecernos este comunicado de la Casa Blanca, resulta particularmente revelador del talante personal y político del sujeto que durante estos últimos ocho largos años ha ocupado la Presidencia de los Estados Unidos de América, tras una primera elección muy controvertida y después de una reelección mucho más plácida. George W. Bush pasará a la historia muy probablemente como el peor de todos los presidentes de los Estados Unidos, culpable principal no sólo del gravísimo crimen que supuso la invasión de Irak y su posterior y todavía existente guerra civil interna, sino también de la creación y el mantenimiento hasta la actualidad del ominoso e ilegal campo de concentración instalado en Guantánamo, sin olvidar una gestión económica que ha llevado a la primera gran potencia mundial a una situación de crisis sin parangón en la historia. Políticamente autista, fundamentalista religioso como “cristiano renacido” y partidario irracional y fanático de un ultraliberalismo económico que ha conducido al mundo antero a un desastre financiero sin precedentes, George W. Bush sigue sin enterarse de lo que sucede en el mundo.

La gata de la familia Bush tuvo sin duda una muerte mucho mejor que la de los cerca ya de 600 palestinos asesinados por el Ejército de Israel, que los millares y millares de muertos provocados en Irak por la invasión militar ordenada por el propio George W. Bush con el apoyo entusiasta de Tony Blair y José Mª Aznar, que tantos y tantos otros muertos para los que la Administración Bush no tuvo ni tendrá jamás la atención de dedicarles un comunicado oficial. Mientras, en la Franja de Gaza continúa el holocausto del pueblo palestino.

(*) Periodista, analista político y articulista de El Plural(*) Periodista, analista político y articulista deEl Plural

Jordi García-Soler (*)