Espacio de opinión de Canarias Ahora
Glub, glub, glub...
Yo no pensaba echarle la culpa de la lluvia y las barranqueras al gobierno. Tampoco tenía intención de meterme con UNELCO por tener los cables tan sensibles a la humedad que 10 horas de lluvia (no continuas) dejan a 27.000 familias sin electricidad. ¿Qué pasará en Galicia? Supongo que allí, si UNELCO les diera la electricidad se forrarían los vendedores de velas. Ni siquiera me iba a meter con el cabildo porque siempre son las mismas carreteras las que se cortan, con unas horas de lluvia en algunos sitios el barro se hace dueño de la calzada.
Pensaba hablarles de las cosas positivas de la lluvia. Por ejemplo, esos miles de funcionarios que PP Manolo ve en la playa todos los días a la hora del trabajo no podrán pasear por Las Canteras y menos aún por Las Salinetas. Así que con un poco de suerte hoy piden el alta y el plan contra el absentismo se convierte en el primer éxito de la legislatura de Paulino. En mi afán por ver las cosas positivas estaba dispuesto a perdonarle a Milagros Luis Brito la improvisación habitual en la Consejería de Educación, que ayer se demostró cuando anunciaron a las 2 de la tarde a los colegios la suspensón de las clases y las actividades extraescolares de la tarde en Gran Canaria, cuando los alumnos ya estaban comiendo, y los profesores (esos que van paseando por la playa) se tuvieron que poner a localizar a padres y madres para que fueran a recoger a las criaturas porque por la tarde había que cerrar los colegios.
De verdad que me propuse escribir algo gracioso sobre la lluvia. Por eso lo titulé “glub, glub, glub?”. Quería comentar esa imagen de Ruano pidiéndonos que no saliésemos de casa. Pero después de ver tantos titulares hablando del diluvio en Canarias me fui a la Biblia, el periódico donde pusieron ese titular hace más de 2000 años. Y ¡qué mala suerte!, me encontré con ese texto del Génesis. Resulta que Dios mandó el diluvio porque la tierra estaba corrompida. Y en febrero de 2010 eligió Dios como tierra a estas islas Canarias. Así que dejaré de ser agnóstico. Ya sabía que esto no podía seguir así. Parece que Yavé tampoco se fia de los jueces, que están muy flojos con esto de la corrupción. Por eso nos manda toda esta tromba de agua. Pues nada, si no nos ahogamos tendremos que buscar a Noé y pedirle que se presente a las próximas elecciones, o seguir con los brazos cruzados, que todo siga igual y dejarnos morir enterrados en el lodo.
PD: La biblia cuenta que Noé tenía seiscientos años ¿a qué edad se jubiló?
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Juan GarcÃa Luján
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