Hablemos de moralidad, señor presidente por María Dolores Guevara Espinosa

En pleno baño mediático, y tras cinco días de movilizaciones de todo el colectivo docente de Canarias, era preciso que hiciese alguna declaración al respecto. Pero si de algo carece el ex-compañero Paulino, maestro hasta 1979, es de originalidad y sentido de la oportunidad. Por tanto, solo fue capaz de decir que es “inmoral” pagar un céntimo más al profesorado canario, que no habrá más dinero sobre la mesa y que su gobierno exige ampliar las tareas a realizar en los centros a cambio de las propinas contenidas en el preacuerdo que ya fue rechazado por el 80% de los afectados.

Al compañero Paulino habría que preguntarle si sabe lo que es la “moral”, y si es capaz de realizar algún tipo de reflexión ética sobre lo que dice y lo que hace. La Filosofía entiende la moral, grosso modo, como el conjunto de normas necesarias para la buena convivencia entre los seres humanos; un corpus normativo, prescriptivo, que fija lo que una sociedad entiende como bueno o malo, los comportamientos que resultan apropiados y los que no.

Dicho lo anterior, y a la vista de lo que el compañero Paulino y su gobierno han hecho hasta la fecha, podemos afirmar sin lugar a dudas que el señor presidente no tiene ni idea de lo que es la moral, y que cae en la inmoralidad más absoluta con desparpajo y frivolidad.

Hablemos de moralidad, compañero Paulino. ¿Es moral la subida aplicada a los sueldos de los miembros de su Ejecutivo y de la pléyade de asesores, Directores Generales, y un largo etcétera de burócratas de méritos desconocidos? Porque todos sabemos que el gasto de la Presidencia del Gobierno ha aumentado en un 14,8% (90.149.832 euros) en 2008. Cada cargo al frente de las diferentes Agencias y Direcciones Generales cobra entre 62.088 y 71.052 euros al año. Su sueldo, Sr. Presidente, es de 86.452 euros (6.488 euros más que su antecesor y mentor, Adán Martín; un aumento del 7,5% en un año). Es cierto que esa subida no puede compararse con la de su Consejera de Educación, que se monta en 81.072 euros (un 14,08% más que en 2007). En la comunidad autónoma con uno de los niveles más bajos de renta por habitante, y con mayor número de mileuristas, su gobierno se asigna unos aumentos de sueldo inmorales, y sin dar nada a cambio, ¿no le parece?

Compañero Paulino, ¿es moral plantear un nuevo concurso público para sacar adelante el proyecto de la Montaña de Tindaya, gastando de nuevo más dinero de todos, cuando su partido, en los diferentes gobiernos que ha conformado, lleva gastados 23.661.119, 21 de euros (3.936.878.981 de pesetas de vellón), sin haber movido ni una piedra? Evidentemente no.

¿Es moral, compañero Paulino, que el consistorio de Santa Cruz de Tenerife, que su partido dirige, haya pagado 8.150 millones de las antiguas ptas. (cerca de 49 millones de euros) a la Sociedad de Inversiones Las Teresitas, permitiendo a sus promotores una ganancia inicial de 2.650 millones de ptas., para luego recalificarles otros terrenos y sumarles, con la consiguiente venta, unos beneficios netos de 17.500 millones de pesetas más, contantes y sonantes? Evidentemente no.

Hablemos del caso Amorós, ¿cree usted que es moral que la deficiente gestión de la Dirección General del Tesoro de la Consejería de Economía y Hacienda, certificada por la Audiencia de Cuentas, supusiese el perjuicio de las arcas públicas por valor de más de 1,2 millones de euros, y cerrar el escándalo mediante el conchabo infame de los parlamentarios de su partido y del PP en la Comisión creada en el Parlamento de Canarias? Evidentemente no.

Hablemos de otro caso añejo, el caso Icfem. ¿Considera usted que es moral que el Gobierno de Canarias, timoneado entonces por su correligionario Hermoso, al gestionar fondos europeos para el empleo entre 1993 y 1999, concediese (presuntamente) subvenciones sin cumplir todos los trámites, y sin poder justificar finalmente su empleo, de manera que quedaron en el limbo unos 10 millones de euros? Evidentemente no.

Pero, compañero Paulino, usted es socio del Partido Popular. ¿Conoce los casos Eolo, Faycán, Brisán o Góndola? No hará falta que le expliquemos de qué va cada uno de ellos, ni por qué cualquier persona mínimamente decente los considera a todas luces inmorales. Pero ahí está usted, hablando de moralidad.

¿Y si analizamos lo que cuesta la Televisión Canaria anualmente? ¿O prefiere que hablemos de lo que nos va a costar la Policía Autonómica con la que nos amenaza?

Señor presidente, antaño compañero en las aulas: usted no sabe, no tiene la menor idea de lo que es la moral, o bien su cinismo llega a unos límites verdaderamente indecentes. Así que háganos un favor a todos: ponga su cerebro en funcionamiento antes de poner su lengua en movimiento.

* María Dolores Guevara Espinosa es presidenta del Comité Ejecutivo Provincial del Sindicato UCPL y miembro del Comité de Huelga por la Homologación del colectivo docente de Canarias.

María Dolores Guevara Espinosa *