Espacio de opinión de Canarias Ahora
Por el hueso de un pájaro
Por supuesto que no me olvido de la Nuestra. Fíjate que no me hubiera parecido mal que la última semana hubiéramos dedicado parte de nuestra programación a la ex del torero de Ubrique. Me hubiera encantado ver a Roberto Kampoff entrevistando a un sicólogo infantil, que hubiese contado cómo afectará a los estudios de Andreíta tener una madre con la nariz operada. La entrevista se hubiera completado con conexiones telefónicas con alguna clínica de estética, un cirujano canario nos hubiera subido la autoestima contándonos que aquí también tenemos clínicas para operar a la Esteban.
Sí aquí, en estas islas donde tenemos los mejores datos del paro, donde las listas de espera no existen, en este archipiélago donde (según los cronistas de la Corte) la crispación voló para siempre en la segunda maleta que le cobraron (carísima) al eurodiptado Jotaflá, aquí mismito en este país maravilloso que describieron los padres de la patria en el último debate de la imbecilidad, aquí, diría el cirujano canario en la conexión televisiva, aquí también tenemos clínicas para operar narices de madres corajes divorciadas de toreros. ¡Bravo, bravo, bravo!, gritaría el jubilado público mientras el realizador nos entregaría un primer plano de Kampoff llorando emocionado, y en medio colaríamos un planito de Roldós firmando un convenio con la clínica que opera esas narices.
¿Y los periódicos?¿Que tenían que haber hecho los periódicos los últimos siete días? Podíamos haber hecho una encuesta preguntado a nuestros lectores si Andreíta debería pasar la semana santa con papá o con mamá. No sería la primera vez que en nuestros periódicos hablamos de Belén Esteban. Otro asunto es el del kárate. Creo que todavía queda mucho material en el secretísimo sumario del caso kárate que tenemos todos, podíamos haber sacado más relatos de las víctimas, con seudónimos, claro. De repente todos nos olvidamos de los horrores del gimnasio y de los fines de semana de pánico infantil en aquel chalet de Vargas. ¿Qué pasó que todos dejamos a la vez de hablar de los karatekas encarcelados?
Bueno, supongo que ya sabes que pasó. Pasó que una cámara localizó el hueso de un pájaro en un pozo de Jinámar. Fue unos días después de que Nieves Hernández, la madre de Sara Morales, pasease su angustia por micrófonos y periódicos diciendo que presentía que los restos de su hija estaban en el barranco de la Ballena. La policía fue al barranco con las cámaras de televisión en los talones y no encontraron nada. Después se acordaron del hombre de furgoneta blanca y saltaron a un pozo de Jinámar. Y dieron con un hueso, y vinieron todas las cadenas televisivas de Madrid a comerse el hueso.
Se movilizaron decenas de policías, submarinistas, periodistas?Por eso estos últimos días en Madrid le quitaron algo de tiempo a Esteban y Andreíta y nos lo dedicaron a nosotros, isleños ultraperiféricos. Y aquí, pues no íbamos a ser menos. La madre de Sara se convirtió en una presentadora más de la televisión autonómica. Nieves comenta la imagen del submarinista saliendo del pozo, Nieves comenta la carta del “violador de la furgoneta” (violador sin sentencia porque se suicidó antes del juicio), Nieves espera que volvemos al pozo de Jinámar y luego hablas de nuevo, Nieves escucha lo que dice el criminólogo, Nieves escucha lo que dice el grafólogo de la carta del violador?Criminólogos, sicólogos, vecinos, antiguos trabajadores de pozos tuvieron su minuto de gloria televisiva. Tranquilos, hay tiempo para todos.
Y así estuvimos siete días. Y al séptimo día Dios descansó después de crear el mundo y nosotros lo dedicamos a pedir perdón. Volvieron algunos cocodrilos a llorar y a prometernos que no caerán en la tentación de morder más en el dolor ajeno. Algún cocodrilo aprovechó para señalar a los otros (¿y a nosotros?) y decir que él no señala.
Todo esto por el hueso de un pájaro. ¿Los pájaros tienen fémur? Por eso les digo que casi estoy contento de que todo el tiempo vuelva a ser para Belén Esteban. Ya que hemos renunciado al Periodismo, ya que las noticias no sirven para garantizar el derecho a la información, las noticias son mercancias que sirven para buscar lectores y espectadores que vean los anuncios publicitarios. Pues propongo que sigamos con Belén Esteban. Incluso en la tele y la radio que pagamos con nuestros impuestos. Regalo a la autonómica mi propuesta de un programa desde Canarias sobre la nariz de Belén Esteban. Prefiero que hablemos del sandwich de pollo de Andreíta y de la nariz de su mamá, a que juguemos con el dolor de Nieves Hernández, a que continuemos convirtiendo la desaparición de Sara Morales en mercancía interesante para subir audiencias o para captar votos.
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Juan GarcÃa Luján
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