La Iglesia como referencia

Sin embargo, en Valle de Guerra, el joven párroco, Marcos Antonio García León, se ha granjeado la simpatía y el respeto del pueblo de Valle de Guerra por su gran fe cristina, por su humildad, generosidad y nobleza; por su trabajo y acercamiento con los jóvenes y mayores. También, por su gran colaboración directa con las personas más necesitadas, motivando que a lo largo de estos dos últimos años la Iglesia de Valle de Guerra cada día está más representada por cientos de fieles cristianos. Al parecer, el obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, quiere trasladarle a otra comarca del norte de Tenerife, concretamente a Los Realejos, por motivo de infraestructura eclesiástica de trabajo.

Sin duda, sería una pena para la gente del pueblo de Valle de Guerra, que ahora que ya estaban familiarizados con su nuevo párroco, el obispo, Bernardo Álvarez Afondo, le trasladara. La nueva generación necesita de valores, creencias positivas y fe en lo moral y espiritual, y, eso es lo que hasta ahora ha venido transmitiendo y realizando el joven reverendo, Marcos Antonio García Luis con los habitantes de Valle de Guerra. Los nuevos modelos de sociedades, ante los cambios políticos, económicos y religiosos, necesitan tener confianza y creer en algo que tenga credibilidad y sentido. El pueblo de Valle de Guerra tiene fe y confianza con este párroco. ¿Qué gana la Iglesia con trasladarle?

Rafael Lutzardo