Espacio de opinión de Canarias Ahora
In-SOS-tenible
Por eso, las empresas públicas tienen que funcionar para lo que se han creado y rendir cuentas públicamente en los foros establecidos y ante los representantes de la ciudadanía, atendiendo prontamente a cualquier requerimiento de estos, pues lo que debe primar en la conducta de los políticos que gobiernan la institución de la que la empresa pública depende es demostrar una, si no inteligente, sí limpia gestión y una clara ejecutoria.
Recientemente hemos conocido que las pérdidas de la comercializadora de productos herreños Mercahierro alcanzan el millón de euros anuales (2008). En El Hierro intuíamos que no era rentable y aguantábamos resignados pues se nos había conducido a pensar que el desajuste era debido al capítulo de Personal y amedrentados, todos, con la posible pérdida de esos puestos de trabajo, aguantamos durante años, ala vez que hemos soportado la propaganda institucional (pagada) con los mensajes del cien por cien (100%): 100% herreño, 100% sostenible, 100% ecológico, 100% renovable?100%
Que todos los herreños mantengamos con los Presupuestos del Cabildo (enormemente subvencionados por el Estado, Comunidad Autónoma y Europa) ese quebranto, tampoco es una información nueva, pero que sea causa de una mala gestión directa sí: Comprar a los agricultores para pagarles poco, tarde y mal para no vender sus productos y dejar que se pudra en cajas frente al garaje de la empresa o dentro de sus cámaras es consecuencia directa de una muy mala gestión y de una gran irresponsabilidad de quienes dirigen esa empresa y de los políticos que no actúan en consecuencia. Porque hoy sabemos que eso no es comercializar.
Pero en El Hierro todo es distinto. Esto no es cualquier cosa. Aquí nadie responde ni toma medidas. Sabemos que esa empresa pública, al igual que el resto de la iniciativas que se emprenden desde el Cabildo y ayuntamientos gobernados por AHI, son una gran cesta de votos, que mes a mes se compran con la nómina de los empleados que, atrapados en su empleo, viven siempre con miedo de ser interpretados como críticos, pues eso pondría en peligro su estabilidad económica o dicho de forma aún más cercana a la realidad: el pan de sus hijos, vamos.
Aquí, se le hace creer al trabajador que su empleo público no se lo ha ganado, ni tiene derecho a él, sino que ha sido elegido por el sumo hacedor para ocuparlo y eso es un favor que hay de devolver porque el sumo y su corte tienen que continuar dominando los designios de la isla para que nada pase? “si entran otros, ya saben: ¡nos vamos todos!”
Esto no es nuevo para nadie que lleve viviendo en la isla más de seis meses. Lo que sí es nuevo es poder acceder a los balances de las empresas públicas y, más concretamente de Mercahierro, diez meses después de haber sido solicitados por la Oposición y tras haber derivado Padrón consultas acerca de la legitimidad o no de tal petición antes de efectuar la entrega de la documentación.
Esta es la estructura propia del populismo de libro que se ha creado en El Hierro durante estos últimos años y que se presenta como de economía sostenible. Con más de 1.400 afiliados AHI provee el trabajo y sustento a todos los suyos y se garantiza seguir en el poder, en una indecente simbiosis propia de tiempos que creíamos haber desplazado con la democracia. Aquí lo único sostenible es AHI.
Aurora Murciano
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