Los veteranos que se presentan de nuevo como candidatos inauguran para justificar la eficacia de sus pompas y sus obras, éstas en sentido literal, durante el mandato que ahora pretenden revalidar. Los que ya no pretenden renovar, sin que eso signifique forzosamente dejar de seguir en la esfera pública, pretenden poco menos que pasar a la historia y no caer en el olvido del nuevo presidente. Dicho de otro modo más parrandero, y como canta la canción de Dyango, en versión libre: “para que no me olvides ni siquiera un momento, y me dejes en un carguito donde seguir, unido a ti, muy enchufadito”. Es fácil encontrar ejemplos de inauguraciones preelectorales apresuradas, con placa conmemorativa sobre la pintura aún fresca, y las posteriores reinauguraciones solemnes que haga falta una vez pasadas las elecciones, cuando ya esté rematada convenientemente la obra y eliminada la tramoya de cartón piedra puesta allí para que salieran bonitas las fotos.Pero Canarias, una tierra única, como reza la leyenda del escudo del Gobierno, es un lugar de maravillas sin par, como sus míticos jardines del pasodoble Islas Canarias y donde sus políticos salientes son capaces de rizar el rizo de la apariencia. La viceconsejera de Turismo en funciones, Pilar Parejo, ha sido capaz de presentar a la prensa una de sus más queridas iniciativas y despedirse diciendo que se está trabajando en las futuras oficinas de Promotur y Hecansa, ambas juntitas, en el edificio Woermann, que incluirá además una tienda para la venta de camisetas, llaveros y recuerdos varios orientados a que el turismo que viene tampoco nos olvide. Ocupará el espacio donde se prometió montar una biblioteca al barrio, al tiempo que pretende abandonar y vender unos locales perfectamente equipados en Tafira para que alguien pueda construir allí un conjunto de bonitos chalés privados. De momento toda una gloriosa inauguración virtual, pura imaginación y fantasía, como los buenos ilusionistas.Según pudo verse en las fotos publicadas, con los periodistas sentados en unas sillas traídas al efecto y en medio de una gran sala vacía, glosó los logros de su gestión y presumió del gran éxito promocional obtenido en estos cuatro años pasados. Toda esta puesta en escena la hizo acompañada de Elena González, su mano derecha en Promotur y anterior empleada de la SPET, y de Luis Espejo, director-gerente de Hecansa, ambos muy contentos pensando en la herencia que les deja. Bueno, si es que realmente les deja y no continúa como consejera de esas dos empresas públicas, además del Puerto de Santa Cruz, que tampoco hay que descartar.A mi juicio, lo que parecería más lógico es que, dado que ella fracasó en el intento de poner en marcha Promotur, fundamentalmente por la oposición de los cabildos insulares y del sentido común, sea el nuevo equipo en la Consejería quien reconduzca este proyecto o por el contrario lo aparque para siempre jamás. Si se continúa con él, en el día de la inauguración real podrían invitarla a asistir al acto e incluso dejarla que sostenga un lado de la cinta, si es que ha nacido un político capaz de perderse una buena foto a favor de quien le precedió.Pero tan virtual como la propia inauguración fue su canto triunfal por los logros promocionales obtenidos. Las cifras de visitantes que exhibió, supongo que oficiales y no por ello forzosamente veraces pero totalmente discrepantes con las publicadas por otros organismos, podrán contar la milonga de que ésta ha sido la mejor temporada habida en años, pero cualquier persona que recorra los lugares turísticos podrá comprobar por sí mismo, su penosa decadencia. Analizando adecuadamente las estadísticas que ofrece la propia consejería con meses de retraso, puede verse fácilmente cómo desde el año 2003 en que Pilar Parejo se hizo cargo de la promoción turística, a pesar de los dos consejeros habidos, se han producido cuatro graves fenómenos: menor afluencia de visitantes, inferior estancia media, un gasto turístico más reducido y una crisis global en los ingresos por servicios, motivado entre otras causas por ofertar a precios de saldo estancias hoteleras, con frecuencia en régimen de todo incluido, que han acabado hundiendo la rentabilidad de los subsectores de apartamentos y de restauración. Un análisis más pormenorizado de esta nefasta etapa no cabe en este artículo de hoy, pero que cabe resumir en una caída sensible en los visitantes y un ascenso vertiginoso del gasto en promoción, o al menos aparentemente destinado a eso.En lo referente a la formación, es ya de sobra conocida la actuación de Pilar Parejo en Hecansa. Aunque fuera con dificultad, podría haberse entendido socialmente el haber suprimido los cursos de Dirección y Gestión Hotelera si hubiera logrado que las dos Universidades quisieran haber seguido con esa labor formativa, dado que la Consejería de Educación estaba en manos de su mismo partido y con gentes de su tendencia. Pero sin embargo optó por lograr un hito histórico difícilmente olvidable: homologar hacia un rango académico inferior y que los estudiantes salieran con el mismo nivel académico con el que entraron. Y esto es una realidad lamentable. Las inauguraciones virtuales y sus cantos de sirena son tan sólo humo y política creativa. Y de aquellos polvos, estos lodos. Gracias, Pilar. José Fco. Fernández Belda