Cómo van las cosas para la administración republicana viene ofrecida por las encuestas. Sólo el 14,5% de los estadounidenses apuestan por la victoria republicana en las próximas elecciones a la Casa Blanca, según un sondeo de la University Polling Institute. El motivo principal, el curso de los acontecimientos en Irak. Los ciudadanos votaron por salir del pantano, pero George Walker Bush insiste en que la tranquilidad del país está basada en la presencia de sus tropas en Afganistán e Irak. Sus colegas del partido republicano temen por su futuro político y las frases altisonantes o triunfalistas de su presidente consuelan poco. Tampoco las de Henry Kissinger,Echemos una ojeada sólo a las noticias de las últimas doce horas. Un bombardeo de la OTAN mata a 65 civiles en Afganistán. Cinco soldados estadounidenses mueren en un atentado en Bagdad. Seis ministros suníes abandonan al gobierno chií de Irak. Soldados de Estados Unidos matan a 26 militantes en dos operaciones en el centro de Bagdad. Una decisión del Tribunal Supremo anticipa el cierre de la prisión de Guantánamo. La ONU cierra el programa para supervisar la eliminación de armas de destrucción masiva en Irak. Tropas libanesas disparan contra palestinos que pretendían regresar a su campamento de refugiados, mata a tres y produce heridas a otros cincuenta. Turquía amenaza con atacar a los kurdos en Irak. Una operación militar israelí acaba con la vida de doce palestinos en Gaza…Ni un solo dato de la realidad ofrece progresos de la pax americana o estabilidad en la región. Todo lo contrario. Sin embargo, Kissinger escribe con desparpajo y una arrogancia imperialista gratuita. La viabilidad de su propuesta tiene tanto futuro como los sueños de Bush sobre el Gran Oriente Medio. Al fondo de todas sus ideas late la única importante. Estados Unidos aterrizó en Oriente Medio para quedarse por mucho tiempo, aunque los ciudadanos de estos países rechacen semejantes pretensiones. ¿Cómo creerse que la crisis se resolverá con un foro internacional de la región bajo la batuta de Washington? Kissinger siempre disimuló su pensamiento según el cual este amplio mundo le pertenece a los Estados Unidos de América. Desesperado, acaba de quitarse la careta. “Los países industrializados no pueden permitir que su acceso a la principal región de fuentes de energía quede bajo el control de un país con la política exterior revolucionaria y provocadora de Irán”. Esta sola frase representa un atentado contra el derecho internacional.Estados Unidos no puede disponer de los recursos de Irán o de cualquier otra nación sin el consentimiento de ese país y tras una negociación entre iguales. Las amenazas son inadmisibles. Kissinger sabe que cada huida hacia delante en esta región sólo ha provocado desastres a la política exterior de su país. Conquistan militarmente espacios a costa de crímenes innumerables, pero los gringos son absolutamente incapaces de ganarse la voluntad de los ciudadanos. “Washington y sus aliados deben dar muestras de decisión en los relativo a sus intereses vitales”, dice el sabio ex secretario de Estado. ¿Qué significa más decisión para despojar a los pobres de sus recursos nacionales? ¿Más guerras? ¿Nuevos ataques militares? ¿Más sufrimientos para millones de personas? Definitivamente, este romano amante del fútbol ha perdido el juicio. Rafael Morales