Las llaves de Cospedal

Primero, la presidenta del PP de Castilla y la Mancha se olvidó de explicar de qué clase de llave se trata. Si es una de esas modernas que son planas. O las de toda la vida. O de esas antigüas que pesan mucho. Aunque, visto el panorama, creo que más bien se trata de una llave inglesa.

Y segundo, tampoco mencionó que no es una sola llave la que ayudará al país, según su partido, a salir de esas crisis, sino varias. Porque en esto de la política no hay llaves maestras.

Para llevar a cabo las reformas económicas pertinentes el PP usaría una llave antigua y muy pesada. Capaz de privatizar la sanidad y la educación. Bajar más el sueldo a los funcionarios, subir los impuestos y privatizar todo lo que pueda.

En materia educativa, a los populares les bastaría con una llave clásica, de esas con la cabeza redondeada y dientes. Sólo así podrían fomentar los valores tradicionales, los de toda la vida. Los niños y las niñas en colegios separados. Privados, por supuesto. Religión pasaría a ser una asignatura obligatoria. Nada de asignaturas basura como educación a la ciudadanía que luego les enseñan a los niños lo que es un preservativo y que la homosexualidad no es una enfermedad.

La llave para llevar a cabo los cambios sociales sería una moderna que ayudara a erradicar el matrimonio homosexual y cambiarlo por un término más apropiado como unión homosexual porque, ya se sabe, las palabras matrimonio y familia jamás pueden ir unidas a homosexual. Revisar la ley de inmigración y volver a poner en el lugar que le corresponde a una fiesta tan nuestra como son las corridas de toros.

Y esto solo para empezar. Lástima que el PP haya perdido el llavero.