Lobos y corderos en Coalición Canaria

Por eso en Tenerife le toca a Cristina Tavío y a Ángel Salvador Llanos hacer el papel de tontos útiles, y humillarse cuando Zerolo o Paulino lo consideren necesario. Y ahora lo consideran necesario. Y en Gran Canaria debe pasar lo mismo con Coalición Canaria. Las siglas CC deben servir de bastón al partido de PP Manolo. Después de las últimas elecciones en Arucas tuvieron que tragarse a Jose Mari Ponce, y aguantaron hasta reventar. En Santa Brígida le pidieron lo mismo a Victoria Casas, y la mujer dijo que no desde el primer día. Casas ha sido un incordio para su partido, se atrevió a cuestionar la corrupción en Santa Brígida y en Santa Cruz de Tenerife. Y eso está muy feo.

En política las cosas nunca son lo que aparentan. Por eso los que buscan en Manuel Lobo la causa de la crisis en Sataute se equivocan. La guerra no es entre Victoria Casas y Manuel Lobo. Los cuchillos que en la sede de la calle Buenos Aires se dirigen a la espalda de Lobo no vienen de Santa Brígida. Los cuchillos viajan en coches oficiales y salen desde el propio Gobierno canario y desde la parte alta del Parlamento.

Victoria Casas envió la semana pasada un correo electrónico a Manuel Lobo anunciándole su decisión de dimitir como vicepresidenta insular de CC. El miércoles estaba convocada una reunión de la ejecutiva insular. De los más de 40 miembros no asistieron ni 20. La cifra demuestra la ilusión y ganas de trabajar que tienen los dirigentes del partido en la isla. En la reunión un señor explicó una propuesta de futuro para Gran Canaria, unas ideas que servirán para confeccionar el programa electoral. Manuel Lobo no habló a sus compañeros del correo que le envió Vicki Casas. Pensaba reconducir la situación. Tampoco presentó la dimisión anunciada en algún periódico, Fernando Bañolas se tendrá que esperar.

Los mismos que animaron a Lobo a presentar su candidatura en el Congreso Nacional de CC que perdió Paulino Rivero, los mismos que le pidieron que encabezara la lista al Congreso de los Diputados en las últimas elecciones generales, los mismos que apoyaron que Lobo asumiese la consejería del gobierno que tocaba a Gran Canaria, son los mismos que ahora pretenden degollar al presidente insular de CC. Son capaces de filtrar a periodistas amigos que Lobo se retira y no acudir a la reunión que anunciaban como histórica.

Es verdad que Manuel Lobo no quiere volver a ser candidato de CC. No es que tenga ganas de volver a la universidad de la que fue rector, pero prefiere las facultades de verdad que la universidad de la vida paulinista que sólo promociona a los profesionales de la política y el arribismo. Al final resultará que son los corderos los que quieren matar al Lobo. Cuando digo corderos incluyo también a la cordera, para que no quede todo en un Mar de dudas.

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Juan García Luján