Espacio de opinión de Canarias Ahora
Mancomunidad del Norte por José María Ponce
Los alcaldes, del anterior mandato 2003-2007, acordaron que, de los cinco millones de euros, un millón fuera para un centro multifuncional en Arucas, un millón para la zona industrial de Gáldar y un millón para un recinto ferial en Guía.
Este disparatado y nada solidario reparto, que va en contra del reparto habitual y de cualquier sentido lógico, perjudica gravemente los intereses económicos de los ciudadanos de Arucas, siendo además de los tres proyectos el que menos posibilidades de dinamización económica genera.
Estas decisiones tomadas con tanta alegría por el entonces alcalde del PSOE, el Sr. Torres poco antes de las elecciones municipales de 2003 de forma unilateral sin dar cuenta de su decisión en ningún órgano municipal, y sin notificarlo casa a casa en un documento del partido que representa, fueron y son ahora de una irresponsabilidad manifiesta y de una gravedad máxima, por la pérdida de recursos que nos corresponden por derecho propio y porque nos condiciona además a unas servidumbres innecesarias frente al resto de Ayuntamientos de la Mancomunidad.
Para mayor dificultad, todos los fondos relacionados con este presupuesto tienen que estar ejecutados el 30 de diciembre de 2010, porque de lo contrario se perderían.
Las fechas corren y Arucas cuestiona firmemente que la indecisión demostrada hasta ahora, a consecuencia de la insuficiencia económica para afrontar los proyectos, no llegue a ser un escollo en la finalización de los mismos. Ése es el motivo por el que PP-CC propusimos en el pasado Pleno de la Mancomunidad que el reparto que en su momento era cinco millones de euros (y a que día de hoy ha disminuido por gastos derivados), se repartiera aplicando los criterios habituales en la Mancomunidad, tal y como se hizo hace muy poco con un millón de euros del Gobierno de Canarias también para Dinamización económica, 80% en función a la población y el 20% restante como solidaridad a partes iguales entre todos los Ayuntamientos.
En ese justo reparto propuesto que no fue aprobado, le correspondería a Guía 542.589 euros, a Gáldar 850.453 euros y a Arucas 1.215.762 euros, en vez de un millón para cada municipio.
Es cuanto menos sorprendente que el día anterior al Pleno de la Mancomunidad donde Arucas proponía para obligar a tomar decisiones que se repartiera 80-20, todos los Alcaldes del norte felicitaran al Cabildo Insular por repartir la entrega de forma directa a cada uno de los diez municipios de la comarca norte de los Planes de Cooperación con los Ayuntamientos y con la Comarca Norte en la proporción de 75% población y 25% fijo, porcentajes muy cercanos a los propuestos por Arucas.
Esta debe ser la referencia a seguir para todas las partidas que provengan de las administraciones porque de otra forma y a lo visto, estarán destinadas a la desigualdad y al retraso en los planes. El Gobierno de Canarias debe tomar buena nota de ello porque son sus-nuestros proyectos los que peligran y el grupo de gobierno municipal PP-CC ha tomado ya acuerdo plenario para pedir su intervención directa en la asignación de los repartos para todas las posibles asignaciones futuras y de igual forma para que el resto de administraciones tengan en cuenta que los repartos se realicen según los criterios de población y solidaridad ya comentados.
Resulta chocante la evidente contradicción del portavoz del anterior alcalde y ahora en la oposición Sr. Torres en el reciente Pleno Municipal que apoya ahora esta decisión del grupo de gobierno PP-CC cuando siendo alcalde consintió un reparto absolutamente nefasto para Arucas, de igual forma resulta incomprensible que dándole datos revelados por la gerencia de la Mancomunidad que demuestran que Arucas esta perjudicada en la gestión de la Mancomunidad manifestara que lo desconocía. A los hechos nos remitimos, se le pasaron cuatro años y ni siquiera supo lo que ocurría dentro de la misma.
Por otro lado, la felicitación unánime expuesta por todos los alcaldes del norte ante el reparto del Cabildo choca frontalmente con el diferente criterio adoptado por los mismos con Arucas en el Pleno de la Mancomunidad. En este caso la actuación de los alcaldes se tradujo en si me lo dan masticado me quedo con lo que tengo, apoyándome en la fuerza y al beneplácito del anterior Alcalde de Arucas que se dejó llevar por el ambiente preelectoral.
La argumentación de solidaridad y defensa de las actuaciones colegiadas en la Mancomunidad entran en contradicción cuando a colación de la propuesta de reparto que hace Arucas, se proponen alternativas tan “originales” como destinar la totalidad del presupuesto a la zona industrial de Gáldar. Propuesta que tuvo dos votos de municipios a su favor y uno era como no, la propia Gáldar.
De esta forma es imposible avanzar en sentimientos de Mancomunidad. Si a lo dicho le unimos que su situación económica es cada vez más preocupante y delicada con un déficit presupuestario importante, se hace imprescindible un cambio valiente y necesario para un ente que hace años que ha perdido su verdadera vocación.
Es evidente, el fracaso en la puesta en marcha de servicios comunes mancomunados dada la dispersión del territorio de los diez municipios, siendo lo único mancomunado un servicio de recogida de residuos que solo lo tienen cinco, pero sus consecuencias las pagamos todos, tanto la asignación de personal, como las consecuencias de los pleitos jurídicos y las asesoras correspondientes, cuando estos costes y los derivados deberían recaer exclusivamente en los municipios que lo tienen.
El último informe del anterior gerente Sr. Luís Hipólito fue tan demoledor y plasmaba de tal forma la realidad de la situación de la Mancomunidad con un déficit real entonces ya superior a 1.100.000 euros, con propuestas de medidas correctoras complejas y difíciles que no gustaron a la mayoría de los representantes municipales, pero que es necesario retomar si queremos la supervivencia de esta Mancomunidad, añadiendo propuestas complementarias que la hagan posible para sacarla del estancamiento actual.
La unidad entre los diez municipios del norte sólo es posible con el consenso de todos, y con repartos perfectamente proporcionados pero no más allá que lo que el amplio concepto de solidaridad conlleva, como elemento de fuerza y peso político para lograr los objetivos, que son ahora la única preocupación de todos los ciudadanos, pero especialmente de nuestra comarca, algo tan sencillo y complejo como crear empleo y lograr que las familias lleguen a fin de mes.
José MarÃa Ponce
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