Marimar Julios y los inmigrantes muertos

Mientras Ontiveros se prepara para dar una conferencia sobre las perspectivas de la economía, la presidenta de Coalición Canaria en Gran Canaria daba una rueda de prensa para contarnos las grandes conclusiones a las que habían llegado los dirigentes de su fuerza política. Vi las declaraciones de Marimar Julios en el informativo de anoche de la Televisión Canaria. Julios criticaba al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por haber dicho que la regularización de inmigrantes ha sido positiva para España y que otros países europeos están aplicando las medidas que aprobó el Gobierno de Zapatero en 2005.

Marimar criticó esa defensa que hizo Rubalcaba de la regularización de inmigrantes, olvidándose de que Coalición Canaria apoyó aquella medida política que obtuvo el consenso de todas las organizaciones políticas y sociales excepto el Partido Popular. Pero ya sabemos que la memoria histórica le falla a Coalición Canaria, no sólo al diputado Luis Mardones. Menos mal que en ese mismo informativo de la tele no pusieron por la noche a Ontiveros hablando de inmigración, porque si llegan a poner a Ontiveros y a Julios en el mismo espacio, me hubieran entrado unas dudas tremendas: ¿cuál de los dos entiende más de este tema? Pero las declaraciones las había hecho el economista castellano por la mañana y, claro, se quedaron viejas. Pero sí pude ver en ese informativo el campeonato de cometas que hubo el fin de semana en Corralejo. Gracias a las cometas me pude evadir de las palabras de Marimar, llenas de sinceridad, sobre todo cuando tras criticar al PSOE por su política migratoria, recordó las últimas muertes de inmigrantes que se dirigían a Canarias.

Pero hablando de memoria, de inmigrantes muertos y de Marimar Julios, recordemos un detallito histórico. ¿Qué pasó el 17 de enero de 2004? Marimar Julios era vicepresidenta del Gobierno canario y consejera de Sanidad, hoy es secretaria de la mesa del Parlamento (qué carrerón, tú). Hacía unas horas habían muerto 16 personas en las costas majoreras. En la playa de El Roque, en Tuineje, se ahogaron los inmigrantes que habían salido en una barquilla desde las costas de Marruecos. Nueve jóvenes corrieron mejor suerte y pudieron nadar hasta la costa y salvar sus vidas. Pero la vicepresidenta no estaba para ver a los pobres muertos, o los muertos pobres, que las dos expresiones valen. Nadie del Gobierno canario se trasladó ese fin de semana a Fuerteventura para interesarse por los supervivientes o por la devolución de los cadáveres a Marruecos. La vicepresidenta prefirió acudir al Puerto de La Luz y de Las Palmas. Prefería ver a los ricachones vivos. Marimar se acercó al puerto para saludar a los tripulantes del Queen Mary 2.

En enero de 2004 en el Ejecutivo del Estado todavía gobernaba el Partido Popular. Y también morían inmigrantes africanos en nuestras costas, fíjate tú qué cosas. Por eso resulta patético escuchar a los dirigentes de Coalición Canaria echar en cara al Gobierno de Zapatero las muertes de inmigrantes. En más de una ocasión he criticado la ley de Extranjería aprobada por el PSOE, el PP y Coalición Canaria. Pero también tengo que reconocer que las reacciones de los cargos públicos de estas tres fuerzas políticas son muy diferentes ante el mismo drama. El mismo gobierno cuya vicepresidenta era Marimar Julios, tenía como consejera de Asuntos Sociales e Inmigración a Águeda Montelongo. La política del PP jugaba al golf en Fuerteventura a unos metros de un cementerio donde enterraban a unos inmigrantes que se habían ahogado. Después el PSOE ganó las elecciones generales. La diputada socialista Carolina Darias fue nombrada subdelegada del Gobierno. Darias se desplazó en varias ocasiones hasta Fuerteventura para acudir al entierro de inmigrantes muertos y se negaba a realizar declaraciones a los periodistas porque consideraba que había que respetar el momento de despedida de los muertos. Marimar Julios saludando a los ricachones del Queen Mary 2, Águeda Montelongo jugando al golf y Carolina Darias en el cementerio donde enterraban a los inmigrantes. Tres imágenes que conviene recordar cuando escuchamos las lágrimas de cocodrilo por los inmigrantes muertos. Juan García Luján