Espacio de opinión de Canarias Ahora
La 'máxima culpa' de don Pepito
Figueroa había escrito el último capítulo de la novela 'Máxima culpa' que publicó el periódico La Prensa. Leoncio Rodríguez había invitado a once escritores a redactar una novela “a escote”, cada uno escribió un capítulo diferente en el rotativo dirigido por Rodríguez. El título de la novela 'Máxima culpa' podría valer para describir el debate político y mediático abierto sobre el periódico El Día, que precisamente fue fundado por Leoncio Rodríguez. Parece que José Rodríguez tiene la “máxima culpa” del ultrainsularismo que hace décadas forma parte del paisaje político chicharrero. Se intenta pegar una pedrada a Paulino Rivero y para ello se dispara contra José Rodríguez. Pero ¿quién fue primero el huevo o la gallina? ¿El periódico El Día es el causante del fundamentalismo chicha o un síntoma importante de esta enfermedad?
La visión de Canarias como un conjunto de barrios periféricos que rodean a la capital del mundo mundial llamada Tenerife está instalada en los genes de los políticos que más mandan en Canarias. No sé conoce ningún pasado de lucha por la democracia y por la unidad de Canarias a Paulino Rivero, a Miguel Zerolo ni a Ana Oramas. Rivero fue alcalde del Sauzal por la UCD, y no se sintió incómodo en esas siglas cuando el gobierno de Suarez mandó a asesinar al independentista Antonio Cubillo. Como concejala de Fiestas de Santa Cruz de Tenerife Ana Oramas colaboró en la histórica manifestación contra la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Zerolo lleva 30 años en el gobierno municipal de la única capital de provincia que rinde homenaje a Franco en sus principales ramblas, y mantiene el nombre del militar genocida español Weyler en una plaza céntrica . Weyler fue el inventor de campos de concentración en la Cuba colonizada por España y metió en la cárcel a Secundino Delgado, el padre del nacionalismo que dice profesar el alcalde santacrucero.
El ultrachicharrerismo se instaló en el centro del poder autonómico gracias a sus socios grancanarios que ayer se llamaban Saavedra, Bravo de Laguna, Mauricio, Olarte y Román Rodríguez y hoy se llama José Manuel Soria. En las últimas dos décadas El Día ha sido el portavoz de ATI, y el principal soporte para insultar no sólo a los grancanarios, sino a todos los tinerfeños que desde organizaciones sociales, ecologistas, vecinales o la universidad se han movilizado contra los proyectos de ese entramado político-económico que ahora renuncia a su nombre original. En mis primeros años en los informativos de la Televisión Canaria me gané alguna dedicatoria en los comentarios de El Día, yo era un “lacayo canarión” que trabajaba al servicio de Las Palmas. Pero no me apuntaré al coro de grancanarios insultados que ven a Don Pepito como la encarnación del demonio que nos va a comer a todos. 400.000 pobres y más de 170.000 parados seguirán como están aunque se hunda en el Atlántico la rotativa de El Día. Existen ultrainsularistas a ambos lados de la barra de Las Canteras. Creen los insularistas grancanarios que muerto el perro se acabó la rabia. Pero el entramado ático no es un perro, es un monstruo que ha engordado mucho gracias al presupuesto público de todos los canarios. Creo que haciéndole cosquillas al dueño del periódico oficial del monstruo con una moción en el Cabildo no vamos a matar al monstruo, bueno, a lo mejor se muere el sobrino de Leoncio Rodríguez...pero de risa.
Juan GarcÃa Luján
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