Espacio de opinión de Canarias Ahora
Un mensaje de futuro
Me gustaría que estas letras despertaran en ti la ilusión por afrontar el futuro con esperanza y con la certeza de que somos capaces de cambiar esta sociedad.Antes tenemos que despojarnos de la miseria del año que ha terminado y dar la espalda a todos estos personajes que han llenado la vida de Telde de incertidumbre, de desasosiego, de rencor. Apartarlos de la vida pública. Debemos mirar para el futuro y entre todos construir una ciudad para el siglo XXI, próspera y moderna. Donde sus moradores se sientan a gusto, optimistas y seguros de vivir en ella. Una ciudad donde los inversores estén encantados de venir a hacer sus inversiones y no salgan huyendo por el temor a que le pidan el 20% y encima los llame el juez. Donde se genere riqueza y los ciudadanos encuentren trabajo. Una ciudad donde los empleados públicos trabajen con eficacia y estén orgullosos de servir a los ciudadanos y no estén temerosos de que el comisario de turno los vigile y vayan con el cuento al político represor y encima les prive de sus derechos.Una ciudad donde nuestros mayores puedan pasear por nuestros parques y jardines y disfrutar de la naturaleza sin encontrar tanto abandono y flores muertas. Donde las ayudas a domicilio sean una realidad y no “un favor” o un dato con los que rellenar un expediente de solidaridad.Una ciudad donde nuestros jóvenes forjen su porvenir, donde vislumbren un futuro cierto, con trabajo, con posibilidades de una vivienda digna y asequible, con la perspectiva de formar una familia. Una ciudad donde nuestros niños encuentren áreas de recreo infantil seguras, limpias y diversas. Donde las instalaciones educativas estén siempre a punto y no esperar a las quejas de los maestros y educadores. Donde se incrementen las instalaciones para practicar deporte, creando jóvenes sanos de cuerpo y mente. Una ciudad dotada de las suficientes piscinas para cubrir con creces la demanda de nuestros ciudadanos y acabar con las aglomeraciones del Paco Artiles y el rigor del agua fría, sobre todo en estos días de invierno.Una ciudad donde los servicios básicos estén bien cubiertos, donde no tengamos que ir con una servilleta para poder abrir los contenedores de lo sucios que están. Donde la recogida de basura sea puntual y no veamos la basura acumulada junto a los contenedores. Donde sea una realidad los contenedores soterrados y no un burdo engaño.Una ciudad donde se construyan los edificios que alberguen las oficinas municipales que hagan más eficaz la gestión administrativa pública y más cómodos los vericuetos de la burocracia a los ciudadanos.Una ciudad donde se recupere toda la costa teldense, donde las playas se habiliten reduciendo la peligrosidad y dotándola de instalaciones que incrementen los lugares para el disfrute del baño y del ocio. Donde se lleve a cabo una limpieza a fondo de nuestros barrancos y senderos, dándolos a conocer a nuestros conciudadanos. Una ciudad donde se recupere nuestro patrimonio histórico y artístico, invirtiendo el suficiente dinero para la rehabilitación de tanto edificio emblemático en vergonzosa decadencia. Donde nuestro archivo histórico sea una realidad asequible a los estudiosos e investigadores. Donde los vestigios arqueológicos se adecenten y recuperen para ser conocidos por nuestros ciudadanos y visitantes, recuperando la riqueza histórica de nuestro municipio.Una ciudad que afronte la terminación del Palacio de la Música y las Artes y que esta obra sea el emblema, sede y vivero de un vuelco cultural, de aprendizaje, de creatividad, de interpretación, y de disfrute. Haciendo una realidad el aforismo de que “una ciudad culta es una ciudad libre”. Construyamos, entre todos, una ciudad digna del legado dejado por nuestros antepasados ilustres y de nuestros mayores trabajadores, que forjaron la grandeza de Telde, de la que nosotros nos sintamos orgullosos y de la que las generaciones futuras la recojan, la disfruten e incrementen su grandeza.(*) Aureliano Francisco Santiago Castellano es presidente de Nueva Canarias en el municipio de Telde. Aureliano Francisco Santiago Castellano (*)
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