Entre otras figura marcar la fosa con tremendos macetones. Una solución imaginativa, sin duda, a la que aportaré, con la mejor de las intenciones, la sugerencia de plantarlos de crisantemos o cualquier otra flor de reconocido prestigio funerario. Se convertiría en una especie de panteón monumental del Patrimonio Histórico Desaparecido por mor de la piqueta y otras desidias, entre ellas todas las formas de vista gorda en plan derriba, que algo queda. El monumento propuesto tiene el inconveniente, eso sí, de que en vísperas del Día de Finados habrá de reforzarse la vigilancia para que los doloridos no se roben los crisantemos camino del cementerio en cumplimiento del ritual. Pero podría celebrarse allí cada 24 de junio un acto solemne en memoria del dicho patrimonio. Es lo que se me ocurre en orden a la protección de semejante vestigio del pasado, a fin de colaborar en el reforzamiento del patrimonio histórico artístico municipal al que quieren hacer de la Humanidad toda a pesar de derribos, reformas, vaciados, pastichismo y horteradas varias. Hay, dicen, otras opciones; como la de aumentar el grosor del cristal para que soporte el peso de los camiones de la limpieza. Una decisión difícil ante un problema complejo en el que no dejan concentrarse a la alcaldesa los bomberos con sus cosas. La siguen, ya saben, a todas partes; como si fuera más importante que el asunto de los raíles evitar que los bomberos vayan por la vida con el material de protección y salvamento caducado o tengan la mayoría de los vehículos del servicio más para allá que para acá por falta de mantenimiento; lo que, por cierto, nos da la confortable certeza de que jamás un vehículo de bomberos romperá el cristal de La Pepa, privilegio éste exclusivo de la empresa concesionaria de la limpieza y lo que sea menester.Preguntados los bomberos si funciona al menos la máquina quitanieves de que disponen, contestaron que no se sabrá hasta la culminación del cambio climático y eso sólo en el caso de que el municipio quede del lado de las nevadas de los próximos milenios. Una posibilidad que no se atreven a negar para no arriesgarse a meter la pata; pero es tal el encono del mentado cuerpo de bomberos contra la alcaldesa, por su falta de medios e insuficiencia salarial, que ni siquiera reconoce la extraordinaria previsión municipal de dotarlos de la referida quitanieves. Es verdad que nunca nieva al gusto de todos. Cuando nieva, claro.