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El movimiento 15M y la violencia

Juan García Luján / Juan García Luján

¿Qué pasó dentro del Parlamento catalán ayer? Pasó que se celebraba un pleno para aprobar los presupuestos autonómicos. Los votos de los diputados de Ciu y el PP fueron suficientes para aprobar los mayores recortes de gastos sociales de los últimos años. La misma semana que ganó las elecciones Artur Mas anunció que la primera medida que iba a tomar era suprimir el impuesto de sucesiones. Esta decisión que afecta al 1% de los catalanes (clases medias altas y altas) suponen en esta legislatura deje de ingresar cerca de 600 millones de euros. Le sobraba a la Generalitat dinero como para que Artur Mas decidiera tomar esa medida? Pues según las cuentas que se presentaron ayer no sobraba, más bien faltaba dinero. Este año se recortará un 10% del presupuesto de los Servicios Sociales. Se eliminan las ayudas universales para familias monoparentales con niños menores de tres a seis. Se pasa de 213 millones a 54,9 millones de euros otras ayudas a las familias. Y el PP, gran defensor de la familia, aprobó estas cuentas.

Además se recortan 20 millones de euros dedicados a apoyar a las familias en los comedores escolares. Estamos hablando de Cataluña, un país donde la pobreza infantil pasó del 18% al 23% el año 2009. Uno de cada cinco niños catalanes se encuentra en situación de pobreza. No sólo hay pobreza infantil, según Cáritas un 25 % de los catalanes están en situación de pobreza. Con la crisis económica aumentó el desempleo, las familias desahuciadas de sus viviendas, los demandantes de servicios sociales. Desde luego que no aumentó el número de personas que deben pagar el impuestos de sucesiones, pero el nuevo gobierno catalán está más preocupados por los que tienen varias propiedades y deben pagar impuestos por ellas que por los que no tienen nada.

Un gobierno se retrata en sus presupuestos y lo que se aprobó ayer en el Parlamento catalán retrata a quienes aprobaron esas cuentas: a Ciu y al PP. Los dos partidos que más han intentado criminalizar al movimiento 15 M desde su origen. Dos fuerzas políticas que esta misma semana, junto al PSOE, frenaron la propuesta del BNG en el congreso de los diputados para que la gente que no puede pagar su hipoteca no tenga que seguir pagando al banco más de la mitad de la deuda hipotecaria.

Pero hoy los medios no hablan de todo eso. de lo que se habla es de la violencia del movimiento del 15 M. La estrategia de Artur Mas salió perfecta, su decisión de bloquear el acceso la parque de la Ciudadela que rodea el Parlamento, cortar la línea de metro que comunicaba con el parque, no sólo indignó a los manifestantes, sino que facilitó lo que se pretendía: dar la imagen de que una turba violenta quiere secuestrar a los demócratas. La historia de los movientos populares está llena de estrategias del poder para criminalizar a los que se mueven para reivindicar sus derechos y para denunciar las injusticias. Mandela, Gandhi, Luter King...fueron considerados terroristas por el poder y tratados como tal. Ellos también promovieron la desobediencia civil y la no violencia. Algunos que acudieron a las manifestaciones que ellos convocaron también usaron métodos coercitivos y violentos, pero el movimiento y su filosofía no era violenta.

Por supuesto que hay cosas que no se deben tolerar. Escupir a un diputado, zarandearlo, llamar hijo puta a todo el que sea político, acosar al alcalde de Madrid en la puerta de su casa (porque no deja poner música por la noche), echar de una manifestación a Cayo Lara cuando su partido está llevando hace años al Parlamento muchas de las demandas que están en los manifiestos del 15 M, todos estos actos son excesos que contradicen el propio discurso del movimiento 15M y los manifiestos de Democracia Real Ya. Pero desde el propio movimiento en Madrid y Barcelona se desmarcaron ayer de las actitudes violentas, aunque no lo destacan los medios.

La reacción de algunos no tiene que significar el fin del moviento 15 M. Porque no he visto yo ninguna acusación a todos los aficionados y directivos del FC Barcelona y del Real Madrid después de los actos violentos que se producen tras los famosos derbys, o después de que esos equipos logren ganar copas y campeonatos. Son aficionados con las bufandas y camisetas de esos equipos los que destrozaron la civiles, o quemaron contenedores y rompieron cabinas telefónicas y farolas de Madrid y Barcelona en los últimos años. ¿Escribieron los periódicos editoriales cuestionando a esos equipos de fútbol y a toda la afición.? Pues no. Esperanza Aguirre sigue yendo a animar al Real Madrid y Artur Mas al Barcelona y comparten durante el día las gradas del estadio con muchos gamberros que por la noche dejarán la ciudad hecha un asco.

Debemos reconocer que lo que pasó ayer en Barcelona es una victoria de la derecha política catalana que pretendía criminalizar el movimiento 15 M. El número del helicóptero protagonizado por el presidente catalan, el zarandeo al diputado ciego que fue aprovechado por el propio portavoz de Ciu en el Parlamento para darle la máxima relevancia mediática, los excesos de algunos manifestantes con los diputados catalanes, los insultos a todos los políticos (hay casos en que no son insultos porque por ejemplo en Valencia se llamó ladrón a alguno que si lo es). El movimiento 15 M tiene qu reflexionar porque la repercusión mediática que ha tenido hasta ahora se les puede volver en contra.

Lo ocurrido ayer demuestra que tiene que mejorar su organización, que una cosa es el rechazar las jerarquías cerradas y otra es la falta de estructura y liderazgo de este movimiento social. Para trasladar las reivindicaciones a la sociedad, para practicar tácticas y estrategia, es necesario tener interlocutores y portavoces en lugar de espontáneos que cambian cada día. Un movimiento crítico con el sistema debe saber hacer autocrítica, un movimiento que reclama democracia debe demostrar que se organiza democráticamente, un movimiento que reclama la calle no se puede adueñar de ella y pretender prohibir al ciudadano Cayo Lara manifestarse contra un desahucio porque, además, su fuerza política hace años que lleva al Congreso muchas propuestas que reivindica el 15M (aquello de la calle es mía era de Manuel Fraga).

El próximo domingo 19 de junio los conocidos como indignados, los que han condenado la violencia de Barcelona desde el propio movimiento 15M convocan manifestaciones en todas las capitales españolas y también en las islas, este movimiento social que nos ha demostrado que en un mes han podido movilizar de forma pacífica a decenas de miles de personas, que en todos sus manifiestos y comunicados habla de lucha no violenta y de desobediencia civil, este movimiento tiene una oportunidad de volver a sacar a la calle a la gente, con espíritu reivindicativo y pacífico. Los que han intentado criminalizarlos desde el primer día aprovechan lo ocurrido ayer para aplastar el movimiento, pero confío en la posibiliad de corregir errores y seguir creciendo. Porque los defensores de los banqueros y de las guerras, los que apoyaron los violentos presupuestos del Parlamento catalán, los que respaldan las políticas agresivas del FMI y de los gobiernos de la UE contra los que menos tienen, todos esos podrán predicar estos días en sus medios sobre democracia y pacifismo, pero la gente hace tiempo que demostró que no es tonta.

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