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En la muerte de José Casas Gris, Pepín
Pepín nació en Valencia en 1931, y después de jugar en equipos infantiles fichó en el Alzira, de la Primera Regional valenciana, y posteriormente en el Alicante, en donde hizo dos temporadas muy buenas. Tras el traspaso de Manolo Montes al Atlético de Madrid, la Unión Deportiva no tenía un portero de garantías, porque tanto González como Gorrín no reunían un nivel adecuado para Primera División, y Luis Valle empezó a informarse sobre porteros jóvenes y le hablaron de Pepín. Acompañado del directivo y también médico Jerónimo Megías, Luis Valle viajó a Alicante, y tras arduas conversaciones logró el fichaje de Pepín por 350.000 pesetas para el club en concepto de traspaso y 150.000 para el jugador. Una suma importante por aquellos años 50, pero se intentaba lograr la permanencia en Primera División y se hizo el esfuerzo, aunque al final no se consiguió el objetivo de la permanencia.
Pepín a partir del partido con el Celta de Vigo fue titular indiscutible, y consiguió con el equipo amarillo el retorno a Primera División en la temporada 1953-54, y precisamente el último partido de Liga fue contra el Tenerife en el Estadio chicharrero, empatando a cero la Unión Deportiva, ascendiendo a Primera División. Con Pepín en la portería, y héroe del partido, parándolo todo, jugaron Juanono, Beltrán, Beneyto; Torres, Villar; Macario, Gallardo, Villota, Ricardo y Peña. Con diez años de edad asistí a ese partido, mi padre me llevó con otros amigos suyos de la Transmediterránea, y lo más que recuerdo fue la vuelta en el correillo “León y Castillo” el domingo por la noche, con una fiesta enorme en el barco, con varias bandas de música, y me acuerdo que apenas dormí en medio de la algarabía.
Pepín tuvo hasta 1960 seis excelentes temporadas con la Unión Deportiva en Primera División, con Satur Grech de entrenador, y en junio de 1969, tras el segundo descenso de categoría, fue traspasado al Betis de Sevilla, en donde jugó hasta 1965. Al causar baja en el Betis, fichó de nuevo por la Unión Deportiva con contrato en blanco, y jugó dos partidos por estar lesionados Ulacia y Oregui, y los dos con victorias, frente al Zaragoza (2-1) y seguidamente frente al Sabadell (1-0). Llegó a ser internacional en dos ocasiones, frente a Irlanda y contra Bélgica.
Retirado del fútbol, Pepín se estableció como empresario hostelero en La Puntilla, en donde ha vivido siempre, y se ha sentido como un canario más. Sus partidas de dominó en el Real Club Victoria es una imagen que siempre tendré en el recuerdo, como su gran “fecho” atenazando los balones. El velatorio está instalado en el Tanatorio de San Miguel, sala 216. Descanse en paz un gran amigo y gran persona, y nuestro más sentido pésame a su hija Victoria Casas y demás familia.
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