La multita al juez Tirado

“Esto es un martirio”, fue la frase que pronunció ayer el titular del juzgado de lo Penal número 1 de la capital andaluza cuando se enteró de la decisión de la comisión disciplinaria del CGPJ de sancionarlo con una multa de 1500 euros por no haber ejecutado la sentencia contra Santiago del Valle. Rafael Tirado llama “martirio” a tener que pagar un euro y ochenta y siete céntimos por cada día que dejó en libertad a un pederasta que tenía una sentencia firme. Dice Tirado que quieren hacerle pagar los errores judiciales de los últimos 20 años. Uno piensa: ¡qué barato salen los errores judiciales de dos décadas!

La comisión disciplinaria que sancionó al juez de Sevilla está formada por cinco jueces. Los vocales conservadores Carlos Ríos y Juan Pablo González y el vocal no vinculado a ninguna asociación Agustín Azparren fueron los que respaldaron la multita al juez Tirado, mientras que las vocales progresistas María Ángeles García y Monserrat Comas votaron en contra y pidieron que se sancionara como falta muy grave de desatención la actuación del juez Tirado. Conviene recordar que Rafael Tirado fue presidente de la Asociación Profesional de la Magistratura, una organización de jueces conservadores que durante la legislatura pasada dedicó sus esfuerzos a promover campañas contra el derecho al matrimonio de los homosexuales. No ha se ha destacado este colectivo de jueces por sus denuncias sobre la falta de medios en la Justicia española. Aunque ahora que uno de los suyos (Rafael Tirado) se ha visto desbordado sí recuerda esa falta de medios.

Con motivo del caso de Mari Luz muchos jueces españoles denunciaron la falta de medios en sus juzgados y declararon que casos como ese podrían repetirse. Sin embargo los principales partidos políticos siguen sin dedicar un minuto a promover medidas para acabar con esta situación. El PSOE y el PP lograron cerrar esta misma semana un acuerdo para nombrar a los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial. El órgano que debería controlar a los jueces se ha convertido en una institución controlada por las principales siglas políticas y las asociaciones de jueces que se dividen en progresistas y conservadoras. El padre de Mari Luz definió ayer lo ocurrido de forma rotunda: “ha habido corporativismo o amiguismo, pero no justicia”. El juez Tirado no mató a Mari Luz, pero tardó casi 800 días en mandar a la cárcel a un hombre condenado por abusos sexuales. Gracias al voto de sus compañeros conservadores hoy volverá a los juzgados y sólo tendrá que pagar una multita. Ayer conocimos la noticia de la multita al juez mientras Zapatero decía en el Congreso de los Diputados que “vienen tiempos duros”. Que se lo pregunten a la familia de Mari Luz.

Juan García Luján