Objetivo cumplido

Tiene razón el salvaje de Otegui cuando afirma que Zapatero hizo menos que yo por la paz en el País Vasco. Conmigo tuvimos un pacto de silencio de todas las fuerzas políticas y sociales; y sin mí lo que tuvimos fue una orquesta desafinada, un despliegue de manifestaciones violentas en las que las víctimas exigían el regreso del tiro en la nuca y, en consecuencia, más muertos que añadir a las ochocientas familias que aún viven en sus cerebros la pesadilla de los atentados. ¡Qué decir en esta hora feliz del colosal papel jugado por Alcaraz, por su AVT, por su irreprimible deseo joseantoniano de representar en él a un país que sufre por la pleitesía de las izquierdas a los nacionalismos!Yo pude acercar a casi doscientos presos a Euskadi en medio del silencio general, pude tomar decisiones de calado apoyadas por jueces y fiscales, y pude verle la cara a los asesinos, y al verla supe que era imposible el acuerdo. La enseñanza de todo lo ocurrido, Mariano, es que Zapatero nos tiene miedo; se ha encogido, se ha doblado, es flojo y débil. El principal partido de la oposición le ha demostrado al presidente que nada importante se puede realizar en España sin contar con nosotros. Dominamos la calle; le dividimos a la policía y a las fuerzas de seguridad del Estado; un gran número de jueces y fiscales conservadores han obstaculizado de manera meritoria cualquier atisbo de complacencia con el mundo abertzale; nuestra brunete mediática, con Federico (Jiménez Losantos) y Pedro (J. Ramírez) a la cabeza, han transformado la verdad en mentira y la mentira en verdad, según conviniera…, hemos creado un estado de confusión tal que avanzar en la negociación suponía otra manifestación multitudinaria, miles de kilómetros de insultos, bajada cruenta en los sondeos electorales.Lo cierto es que los socialistas no hicieron nada. Ni un intento serio. Los bloqueamos, los introdujimos en el totalitarismo policromado del Apocalipsis final. Nunca corrió peligro ni la independencia de Euskadi ni la anexión de Navarra, ni siquiera la fuerza motriz de todo esto: el odio. Nunca se habló de nada y nunca hubo más que la breve ilusión de los adolescentes cuando descubren el enamoramiento. Y por eso los etarras se han cansado de esperar a un gobierno con talante pero acobardado por nuestra cacerolada. Los socialistas nos han mostrado el cuello, Mariano; sólo se trata de seguir mordiéndoles ahí para que no se escapen.A partir de ahora todo es posible. La población ha comprobado que lo que avisamos se cumplió y aunque nos lloverán críticas por parte de los denominados “sectores solidarios”, la clave es que los objetivos se van cumpliendo. Al enemigo ni agua, Mariano, no me vengas ahora con la tentación del centro y las chorradas de Piqué y Gallardón. Hay que mantenerse firme, ya que ese es el camino que nos devolverá el poder que es nuestro. Fíjate en lo que pasará: Zapatero se siente engañado por ETA, atentaron dos días después de que “predijera” un año decisivo a favor de la paz; está abochornado y como un tigre enjaulado. El regreso a las armas significa también que se acabó la protección al universo abertzale. Puede que el enfrentamiento nos traiga interesantes y prodigiosas noticias en pos de confirmar nuestra tesis de que los asesinatos del 11-M fueron preparados por la logística de ETA. ¿Te imaginas? Es la próxima misión de Pedro y Federico, y están encantados.Vamos a colapsar el país, a envenenarlo; a convertirlo en un infierno para que los ciudadanos exijan nuestro retorno por la puerta grande. Como en el 96.En cuanto a ti que sepas que la próxima vez que dudes de mí será la última.Firmado: José María Aznar.

Francisco J. Chavanel