No todo el monte no es orégano por Juan Antonio Ojeda Muñoz

La acción de marras ha consistido en utilizar un medio corporativo como es el correo web interno del ayuntamiento, que es para la gestión diaria, como vía de emisión de un comunicado de partido, con logo incluido, a todos los trabajadores para atacar al grupo de gobierno. Se puede tachar de poco ético que se empleen los medios públicos para hacer política partidista y sembrar la discordia entre los empleados, emitiendo una información torticera y manipulada, con el mero afán de aprovechar una situación poco agradable en todos los sentidos, proclamándose abanderados de una situación que ellos mismos generaron por su nefasta gestión de la economía municipal mientras gobernaron en el municipio.

No es algo que me invente yo, ya que me remito a los Informes de la Audiencia de Cuentas sobre la gestión de los años 2003 y 2005 o a la Resolución enviada por el Parlamento de Canarias al respecto, que dice textualmente que “en la primera década del siglo XXI, no es admisible encontrar tantas irregularidades en la gestión de un Ayuntamiento en relación con la legalidad y la situación económica financiera”.

A todo esto hay que añadir la deuda dejada en el ayuntamiento, incluyendo la extrapesupuestaria que está suponiendo la asfixia económica de muchas áreas, dado que el continuo goteo de sentencias judiciales obliga al pago de las mismas a medida que van dictaminándose. Y ya van unas cuantas y las que faltan.

Este estado de cosas ha obligado al Grupo de Gobierno ASAVA-PP a seguir los dictámenes del interventor municipal que estima que una de las medidas a adoptar para sanear las arcas municipales es recortar el capítulo uno de personal. Ello ha motivado el tomar la decisión de proceder a la amortización de puestos de trabajo, entre otras medidas que se estudiarán a corto plazo para poder afrontar la precariedad económica en la que se encuentra inmerso el Ayuntamiento. Tampoco se habría llegado aquí si Asba-NC hubiese adoptado estas medidas de forma responsable cuando gobernaban, puesto que estas mismas indicaciones se vienen dando desde hace bastantes años a través de los informes de intervención.

Plantear como han hecho en el escrito emitido a los trabajadores de forma fraudulenta, con recursos públicos, utilizando la red informática interna de la institución, acusando al Grupo de Gobierno de que actúa de forma “revanchista, haciendo uso de la institución municipal para represaliar a Asba”, es bastante malintencionado, intentando soliviantar a los empleados con motivaciones perennes, dado que no han asumido su papel en la oposición y por ello sojuzgan todo lo encaminado a conseguir mejoras en pro del interés general. Tampoco se entiende la afirmación de presunta represalia contra Asba por la amortización de puestos de trabajo, a no ser que de ella se deduzca y ratifique lo que hasta ahora venían negando, la existencia de cargos de confianza o bienllamados comisarios políticos durante su período de gobierno. De otro modo no se entiende en base a qué sacan a colación esa posible persecución o represalia. Por fin reconocen públicamente lo que todos ya sabíamos, pero esos puestitos que crearon no se fueron con ustedes, sino que los dejaron en la administración bien colocaditos. Cierto es que muchos de ellos trabajan con total ahínco y responsabilidad, con el mayor esfuerzo y dedicación sin pegas que ponerles, porque han entendido que su puesto de trabajo es sagrado y que están aquí al servicio del pueblo y por el interés general. No de todos se puede decir lo mismo.

Mejor sería que se aclarasen, fueran serios y honrados, porque “por la boca muere el pez” y “se coge más pronto a un mentiroso que a un cojo”. Sincérense, lo que temen es que en el proceso queden en el camino algunos de los que “a voz en grito”, el pueblo reconocía como sus cargos políticos. Los hechos demostrarán que no van por ahí los tiros, que los trabajadores públicos los son en tanto su labor y dedicación se destinen al servicio público y no a hacer partidismo, ralentizando y socavando los objetivos y líneas estratégicas del Grupo de Gobierno.

Las razones para reducir el capítulo uno son meramente económicas y sujetas a informes técnicos que así lo determinan. Que se intenten buscar otras sesgadas explicaciones no pasan de lo meramente anecdótico y propio de una oposición que quiere rentabilizar los problemas ajenos con el mero afán de desprestigiar al pacto de gobierno ASAVA-PP.

(*) Juan Antonio Ojeda Muñoz es miembro de Asamblea Valsequillera (ASAVA)

Juan Antonio Ojeda Muñoz *