Espacio de opinión de Canarias Ahora
''Papi, enciende la tele, por favor''
Sí, ese chaval de cinco añitos que se pasa la vida haciendo gamberradas, bajándose los pantalones para enseñar su culito y deleitándonos con frases dirigidas a su madre como “bruja de culo gordo”. No quiero ser injusto con el crío, así que es probable que se refiera a alguna nueva receta gastronómica de nuestras islas cuando habla a su progenitora y le dice aquello de “vieja arrugada”?
Más tarde cambias de canal y allí nos ofrecen Mujeres y hombres y viceversa. En este programa se aprenden las técnicas más sofisticadas en la conquista amorosa y en las artes amatorias.
El slogan de este programa bien podría provenir de una frase que un amigo mío repite con cierta sorna: “Estos tienen más cuernos que los que tiene Jesulín de Ubrique en el salón de Ambiciones”.
A media tarde la misma cadena televisiva nos deleita con Sálvame. ¡Qué difícil tiene que ser dirigir y guionizar un programa donde una decena de colaboradores -bajo la batuta de un presentador o, en ocasiones, de una presentadora- practican el canibalismo virtual!
Al empezar la noche cambias a otro canal y te encuentras con No le digas a mamá que trabajo en la tele. Aplaudo efusivamente al creador de este título, porque ha clavado el sentir de muchos de los que trabajan en el mundo de la televisión, que se preguntan cada día la razón por la que hacen justamente lo contrario de lo que les gustaría hacer.
Aquí un colaborador se mete en una bañera colocada justo debajo de una pala cargadora llena de cincuenta kilos de cabello humano, cien kilos de callos madrileños o ciento cincuenta kilos de pescado podrido.
Y entonces viene lo bueno, porque el público, a modo de emperador en el circo romano, decide con un gesto con el pulgar la suerte del colaborador que normalmente es mala para él y buena para el público, a juzgar por las caras de satisfacción que los allí presentes muestran cuando ven desde el anfiteatro televisivo tremenda guarrería.
Todo esto está relacionado con la opinión generalizada de los analistas, que mantienen que España no cumple con el horario de protección infantil de televisión. La Ley General de Comunicación Audiovisual no parece haber conseguido los objetivos marcados, tras su creación hace algo más de cinco años.
Sin ser demagogo, las cosas se pueden hacer de una mejor manera, pero para eso ya hay un montón de sabios y de sabias en España y, particularmente en Canarias, que se encargan de enseñarnos cómo no se deben hacer las cosas.
Por cierto, quienes sí lo están haciendo bien son los guionistas y el director de The Walking Dead. Este lunes tuve la suerte de ver en la Fox el estreno del primer capítulo de la segunda temporada, que 24 horas antes había logrado seducir a más de 7.000.000 de estadounidenses y que la Sexta programará en noviembre.
Localizaciones adecuadas, ritmo frenético y planos alucinantes convierten a esta serie en una joya televisiva. Y con la sinceridad con la que siempre les hablo: me apetece ver muchísimo más a estos muertos vivientes de ficción que a todos esos colaboradores que se destripan entre ellos en la realidad.
Y ya lo saben, tengan cuidado: la televisión crea adicción.
Francisco RamÃrez
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