Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Plan de dinamización o propaganda?
Vivimos una situación económica de desaceleración económica y de incertidumbre internacional. Y ante ella hace falta que el Gobierno tenga credibilidad para liderar y consensuar con los agentes económicos y sociales las medidas adecuadas para enfrentar el cambio de ciclo económico. Y el instrumento fundamental que tiene un Gobierno para influir en la actividad económica son los Presupuestos. Por eso, no es creíble que las medidas que no se adoptaron por parte de ATI-CC y PP en diciembre en el Parlamento al aprobar los Presupuestos para 2008, sean presentadas por Paulino y Soria a los agentes económicos en enero de 2008 como un “plan de choque anticrisis”; y, finalmente, hayan sido aprobadas por el Gobierno el pasado 18 de marzo.
Ausencia de inversión pública
Son medidas dirigidas, teóricamente, a aliviar la situación de las familias, pero, como han analizado numerosos expertos, su impacto es mínimo; y, desde luego, en poco o nada van a contribuir a la dinamización económica. Comparto la opinión del profesor Rivero Ceballos de que los problemas que tenemos son la inflación (cuya corrección general está en manos del Banco Central Europeo, que es quien maneja la política monetaria; pero añado que en Canarias también está relacionada con una mala gestión del REA, dada la importancia del incremento de los precios alimenticios en la inflación de las Islas, y de las ayudas al transporte) y el estancamiento de la actividad económica; y, asimismo, que ello se ataca con medidas más contundentes, como el incremento de la inversión pública, cosa que no ha hecho el Gobierno canario
Con certeza, la medida anticíclica más significativa, para hacer frente a la disminución de la actividad de la construcción y al impacto que ésta tiene sobre el empleo y la demanda interna, es la inversión pública. Y, especialmente, la inversión en la construcción de viviendas que genera mucho empleo; así como la inversión en reformas de infraestructuras existentes u otras infraestructuras sociales o que apunten a la sostenibilidad, como la renovación de las ciudades turísticas. El Plan del Gobierno establece “como criterio de crecimiento mínimo de la inversión pública el del PIB Nominal en los Escenarios Presupuestarios plurianuales 2009/2011”. Resulta un ejercicio de cinismo anunciar ahora el incremento de la inversión pública para los próximos años cuando no lo hicieron donde había que plasmarlo: en las cuentas públicas canarias para 2008, aprobadas hace tres meses.
En estos Presupuestos canarios para 2008 de ATI-CC y PP la inversión sólo se incrementa un 1,9%, por debajo del PIB real previsto en el escenario presupuestario (que es del 2,6%) y, por tanto, muy inferior al PIB nominal previsto. Una inversión que está por debajo de la previsión de inflación (2,2%), lo que significa que en términos reales la inversión prevista será menor que la de 2007. ¿Cómo se puede definir este Plan como anticíclico, como ha hecho Soria, cuando la inversión pública real es inferior a 2007 donde aún no existía desaceleración? Y ello tras la campaña dirigida por Paulino Rivero contra los Presupuestos del Estado, acusándolos de expolio a Canarias, cuando en ellos aumenta más de un 23% la inversión directa en las Islas, que sitúan la inversión del Estado en Canarias en el 4,02% del total de los presupuestos, casi el doble de lo que fue la media de inversión de los gobiernos de Aznar, que nunca superó el 2,2%, y cuadriplicando la de los ejecutivos de González.
Reducción del gasto público corriente
La reducción del gasto público corriente es un principio general de buena gestión, siempre que nos estemos refiriendo a gastos superfluos o ineficientes. Sin embargo, en un contexto de desaceleración, el gasto corriente de las Administraciones Públicas, si está destinado a la compra de bienes y servicios que amplíen la cobertura o la cartera de servicios públicos, o mejoren la calidad o las condiciones de funcionamiento, puede reforzar la demanda interior y tener, por lo tanto, efectos anticíclicos positivos.
Proponer ahora en este Plan la “racionalización del gasto público, mediante una adecuada contención del gasto corriente que permita incrementar los niveles de inversión pública y una reorientación de las políticas de gasto hacia sectores estratégicos y de apoyo al tejido productivo que refuercen el efecto de reactivación económica, sin disminuir el gasto social”, como criterio para los futuros Presupuestos 2009/2011, cuando no se ha hecho en los Presupuestos de 2008 aprobados es, claramente, pura demagogia.
Las medidas son, además, irrelevantes desde la perspectiva de incrementar el consumo y la demanda interna y poco significativas sobre la capacidad de gasto de las familias. Están más destinadas a aparentar que el Gobierno “toma medidas frente a la crisis”. La que podía tener más impacto económico es la rebaja (devolución del 7,5%) del impuesto del gasóleo profesional al sector del transporte, agricultura y pesca, y es positiva, pero como ha denunciado la COAG supondrá apenas un céntimo de euro por litro; y no parece razonable que no haya en Canarias una medida similar a la que existe en el resto del Estado, donde se le devuelve a los agricultores el impuesto abonado justificando su gasto como profesional.
En definitiva, nos encontramos ante un Plan que es más propaganda que otra cosa. Un fracaso más, y de enorme relevancia, que pagaremos todos los canarios, de un Gobierno débil, sin objetivos y sin futuro, lo que supone un problema añadido para Canarias en la actual coyuntura económica, que puede complicarse aún más en el período inmediato.
* Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias.
Román RodrÃguez *
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