Política y responsabilidad penal

Pero no hay que quitarle méritos al juez Verona , lo ha intentado como otros pocos, “ y aquí paz y en cielo gloria”. Falta quizás una nimiedad, que los legos en la materia o sea nosotros: el que escribe, usted que lo lee y el pescadero del puerto a lo mejor pensamos que el que la hace la debe pagar, en el sentido literal de la palabra y no que se quede sólo en un tirón de orejas. Posiblemente no pudo hacer más?

Al diputado del común le pasa tres cuartos de lo mismo; a pesar de que la propia ley exige el deber de contestar los requerimientos de éste, son pocas las administraciones que lo hacen, lo que no deja de ser unas burla soez a la ciudadanía, que quizás confía más por desesperación que por racionalidad política, en una institución que no deja de ser una “falacia democrática” para convencernos de que nuestra participación en la construcción social no sólo se limita al sufragio universal. He aquí, a mi entender, uno de los indicadores más significativos en el alto porcentaje de abstención electoral, por lo que tanto se rompen las bembas los políticos para evitarla, por lo menos cara a la galería. La desconfianza en un sistema que se muerde la cola pasa factura, pero lo peor es que la gente ya se lo toma como algo normal?

Dicho de otra manera; para igualar las distintas varas de medir de la justicia es necesario que la responsabilidad penal se aplique a los que toman decisiones lesivas para los ciudadanos o caigan en la desidia de la prepotencia .Difícil cuestión, cuando cuesta diferenciar donde termina el poder legislativo y el empieza el judicial

Kiko García