Espacio de opinión de Canarias Ahora
Poniéndonos en marcha por Xavier Aparici Gisbert
En la actualidad mueren por causa de desnutrición y de falta de condiciones de vida higiénicas muchos más niños y niñas que jamás. También son muchas más que en ningún tiempo, las personas que fallecen por causas violentas y las que malviven subyugadas por relaciones de dominio y servidumbre inhumanas. Además, la supervivencia de la población mundial en conjunto está sometida al mayor peligro endógeno de extinción, debido a los arsenales bélicos atómicos y convencionales acumulados. Y estamos sufriendo el hundimiento de los modelos hegemónicos energético y económico vigentes, junto al patrón civilizatorio que los sustenta, en un contexto de colapso medioambiental planetario.
Aún así, éste es también el tiempo histórico de mayor conciencia humanitaria y cosmopolita y de mayor acumulación y difusión de saberes científicos y de posibilidades tecnológicas de la humanidad. Ya forma parte de la cultura global el conocimiento de que cada ser humano, más allá de su género, etnia, cultura o recursos materiales, es único en su dotación natural, versátil en sus posibilidades y equivalente en dignidad a cualquier otro ser humano. Por fin, somos conscientes de que conformamos una sola especie -prodigiosamente adaptable, muy variada en manifestaciones sociales y culturalmente ilimitada- en la que cada miembro cuenta.
Por eso, ya resulta notorio que someter el acceso a los recursos, los esfuerzos y los bienes sociales a estructuración jerárquica, estamentaria y a fronteras es tan obsoleto como injustificable. Y que la acumulación excesiva de riqueza y su transmisión privada son tan indignas como contrarias al bien común y a la preservación de los entornos naturales.
Tras milenios de sangre, sudor y lágrimas, podemos reencontrarnos, fraternalmente, en un nuevo estadio civilizatorio humanitario y ecológico. A pesar de las clases arteramente privilegiadas y de los individuos, abyectos o necios, que las reivindican, de los dispositivos de dominio, explotación y alienación que aún poseen, de su usurpación de las instituciones sociales de gobierno, producción, consumo y comunicación. En oposición a este orden decrépito, la humanidad contemporánea en conjunto, sabemos que el cuidado, en libertad e igualdad, de los semejantes, próximos y lejanos, y de nuestros entornos de naturaleza es lo que nos concierne y lo que nos realizará. Y, por lo demás, sólo ello nos permitirá sobrevivir con dignidad y posibilidades razonables de pervivencia.
Perseverar en la recreación de un mundo liberado de hostilidades y sostenible, desde la reciprocidad en el reparto de los esfuerzos y los frutos económicos fundamentales, interconectado en lo global y autónomo en lo local, abierto al mestizaje y la interculturalidad, es una tarea para una vida, una generación y un tiempo. Los presentes.
Xavier Aparici Gisbert
Sobre este blog
Espacio de opinión de Canarias Ahora
0