Otras razones para manifestarse

Pero ¿qué otra alternativa queda?.Por un lado tienen que dar un golpe en la mesa, porque su nivel de credibilidad ha descendido por varias razones, una de ellas, por la tibia actitud que han tenido con el gobierno hasta ahora, especialmente en algunos conflictos en los que se tenían que haber mojado más; por ejemplo, con los empleados público, principalmente en educación, sanidad o justicia; por otro, porque se han dado cuenta que pueden perder influencia entre los trabajadores que no entienden ciertas connivencias en forma de subvenciones de dudoso destino. Pero quizás la más significativa es que no se puede perder un punto más del estado de bienestar, aceptarlo sería una involución peligrosa. Por lo tanto, ya no es un pulso entre sindicatos y gobierno, sino de la sociedad contra la invasión neoliberal que afecta a los servicios sociales más básicos.

Kiko García