Todo un 'reality show' por Jennifer Guerra Hernández

Jerónimo Saavedra defraudó y engañó claramente a los ciudadanos al avalar un amplísimo programa electoral, que aún sin crisis de gobierno ni económica, era del todo imposible llevar a cabo. Lo que vemos en los plenos se corresponde a todo un espectáculo circense pergeñado con el fin de desviar la atención ya que, las promesas tanto de unos como de otros se han quedado en mera propaganda. Además si nos quejamos, se nos responde que somos ombliguistas y cortos de miras... ¡qué holgados vamos con el dinero de otros!

La triste realidad es que mientras los ciudadanos no reciban ni una sola prestación de la Concejalía de Asuntos Sociales de este Ayuntamiento, se seguirá jugando con la cruda realidad de familias enteras que se ven en la calle, con quienes no pueden permitirse el lujo de comer caliente todos los días y un largo etcétera que nos muestra la cara más amarga de la actual situación económica. Seguiremos siendo víctimas de la pasada gestión de Soria y sus acólitos, protagonizadas por actuaciones como la del Canódromo, la de frecuentes atentados contra nuestro patrimonio como la realizada en el Pérez Galdós, gastos en grandes desayunos -sin diamantes pero con pulseras marinas-, y de la actual, que es nefasta.

Estamos cansados de que se nos limite en nuestra movilidad ?con el recorte de líneas de Guaguas Municipales, en aquellos lugares ¡claro! donde llegaba? y con la desaparición de zonas de aparcamiento para vehículos privados. Que se nos limite en el normal desarrollo de nuestra vida privada, como se hace con la subida de impuestos y la parálisis en la concesión de ayudas de carácter social.

Además, estamos hartos de sentir impotencia e indignación al ver que los representantes políticos no muestran su sensibilidad con la actual situación: negándose reiteradamente a bajarse los sueldos, llegando incluso a gastarse el dinero de todos en arbolitos de navidad que sólo duran un día con energía alternativa, aprobando más reformas de las casas consistoriales, actos culturales elitistas afines al gusto saavedriano, en viajes promocionales y llamadas sin resultados, tarjetas visa oro fantasma que aparecen y desaparecen, y reacondicionamiento de despachos y salas del todo innecesarios.

No pido ni solicito, sino exijo que la actual corporación cese en su política victimista, y de echarle la culpa de la actual situación deficitaria a otras instituciones, que no gobierna el PSOE, y acabe de una vez con su política de “para pagar deudas, generamos más deudas con los créditos que vamos a pedir ?con sus correspondientes intereses? para seguir gastando, agrandando aún más el hoyo que será la tumba para los vecinos y vecinas de la capital. No crean que engañan a nadie diciendo que si se ingresa lo de la capitalidad no se subirán los impuestos: ustedes arreglaran sus asuntos con el gobierno autonómico y ”actualizarán“ igualmente, por que saben que no van a conseguir los ingresos que le corresponde a esta capital sobre la marcha y necesitan ingresos ya para sanearse.

Y recomiendo además, a ustedes que no necesitan lecciones de nadie sobre cómo gestionar, que no se espere a que los ciudadanos tomen las calles para reivindicar sus derechos, por lo que le digo a Saavedra que menos dormirse en sus plenos, y más abrir el ojo con los gastos, que los dineros que maneja no son suyos. Más participación ciudadana activa y real y menos decisiones unilaterales. Los ciudadanos seguimos exigiendo medidas de consenso que aporten soluciones, y que no sigan favoreciéndose imágenes dignas de cualquier reality show que tal vez serían dignas de ver, si no fuera por que a los actores los mantenemos todos con nuestros impuestos, y por que la imagen que se transmite no sólo va en contra de la credibilidad de la institución, si no que es ejemplo de una clara degeneración de la política y por ende de nuestro sistema democrático.

(*) Jennifer Guerra Hernández es secretaria del Comité Local del CCN en Las Palmas de Gran Canaria y secretaria insular de Formación y Cultura del CCN en Gran Canaria.

Jennifer Guerra Hernández *