No le agradaba en modo alguno a la AVT el lema de la marcha, Por la paz y contra el terrorismo, pues le parecía insuficiente y consideraba que tras él se esconde nada más y nada menos que ''un acto de apoyo a la negociación con los terroristas de cara a un futuro inmediato''. Y ya se sabe que negociación sólo y exclusivamente cuando la protagoniza el PP. Con otros, no vale.En ese sentido, la AVT podía aclararnos, de paso, porque fueron tan condescendientes cuando el Gobierno de José María Aznar negociaba con ETA y procedía al traslado de presos etarras a cárceles cercanas al País Vasco, a la excarcelación de presos con elevadas condenas o al regreso a España de exiliados de la banda; y como esa dulzura cómplice con el líder de los conservadores contrasta con su extrema agresividad hacia el PSOE cuando este partido, para bien o para mal, eso es otro tema, no ha tomado ninguna medida a favor de los miembros de ETA. Si en sus concentraciones les gritan asesinos sin hacer nada, sin mover una sola pieza, sin tomar una sola decisión, imagínense por un momento qué barbaridades dirían y harían si los socialistas llegan a emular a Aznar y al PP en alguno de esos temas. Todo esto me hizo recordar la manifestación convocada por Aznar al día siguiente del atentado del 11-M, sin contar con nadie e imponiendo el lema que le pareció mejor, que para eso era el presidente del Gobierno de España, con mayoría absoluta, además. Muchos demócratas asistimos a la misma, pese a no compartir el lema de la marcha, porque considerábamos que lo importante era expresar masivamente nuestro repudio al terrorismo y la unidad de la sociedad contra los violentos. Matiz imposible de comprender para los populares y su entorno mediático y asociativo, mucho más preocupados en hacer el mayor ruido posible y dañar al Gobierno que en combatir a ETA. Y en esa tupida red juega su papel el colectivo que dirige Alcaraz, un individuo de la más contumaz extrema derecha, que no tiene escrúpulos en utilizar el dolor de las víctimas para los más infames fines partidistas, y que parece alimentado exclusivamente por el odio y el rencor. Produce náuseas. Las mismas que me originan los oportunistas guiños de Paulino Rivero al PP en este tema y el silencio cómplice ante sus reaccionarios planteamientos de los poquitos progresistas que quedan aún en CC. Enrique Bethencourt