Sigue el Sáhara

Para Walsum, la legalidad internacional le da la razón al FPolisario, pero el Consejo de Seguridad no está por imponérsela a Marruecos; como no le impuso el referéndum del plan Baker, a pesar de haberlo aprobado por unanimidad. Ya saben lo que va del dicho al hecho. Así las cosas, Walsum no ve otra salida que la aceptación por los saharauis de la autonomía que ofrece Marruecos; la que les “anticipa” con una dura, arbitraria y sistemática represión que seguirá, no lo duden, si caen bajo soberanía alauita.

Para el FPolisario, Walsum se vendió a Marruecos. Pero no creo que su opinión responda a esa supuesta venalidad. Su visión es la de un hombre no involucrado emocionalmente en el problema y que acepta desde ese distanciamiento, fríamente, la realidad de que los hechos (la fuerza de las armas y la represión) prevalecen sobre la legalidad internacional y que ésta no vale de nada si un Estado se siente lo bastante poderoso (y apoyado por otras potencias) para negarse a aceptarla. Las condenas a Israel en la ONU, por citar el precedente más conocido, no han solucionado la cuestión palestina.

Walsum acepta pragmáticamente ese estado de cosas y aconsejó a los saharauis, desde la distancia, que se bajen del burro porque el mismo Consejo de Seguridad que les da la razón no está por mover un dedo para hacer respetar la legalidad.

Con el Consejo de Seguridad fuera de juego, España y Francia, son las dos naciones europeas más implicadas. Si Francia no tendría problemas ya que siempre ha estado con Marruecos, para España es problema mucho más complicado ya que no podrá seguir utilizando la coartada de estar a lo que resuelva la ONU, visto que sus resoluciones no sirven. Ya casi no le queda sitio para escaquearse.

Le vendría bien a España que los saharauis se plegaran a los marroquíes. Le permitiría alinearse con los marroquíes, que es lo que le pide el cuerpo en función de intereses políticos y económicos, comprensibles desde la perspectiva peninsular (y de algunos bolsillos isleños) pero que no son los de Canarias. Veremos qué pasa cuando Mohamed VI estime oportuno dar otra vuelta de tuerca; con el respaldo de la UE y los USA, claro está.