Espacio de opinión de Canarias Ahora
El soberanismo de ATI-CC
Incapaces de dar respuesta a los problemas de la gente de Canarias -en un momento muy delicado en la economía, con el constante aumento del paro y de las dificultades de miles de ciudadanos y ciudadanas para llegar a fin de mes- han optado por desviar la atención abriendo discusiones completamente estériles.
No importa que ello se realice sin ningún análisis detrás, sin el menor debate y de modo artificial, ajenos por completo a las preocupaciones auténticas de los ciudadanos y ciudadanas. Y que, en consecuencia, añadan más confusión que caminos a explorar y seguir. Pudiera parecer que lo que único que se pretende es generar ruido mediático tras el que ocultar los problemas que atraviesa la organización tras los batacazos electorales de mayo de 2007 y marzo de 2008 o humo para neblinar los concretos problemas de algunos de sus dirigentes.
Primero exploraron la vía soberanista, coincidiendo en el tiempo con la publicación de la constitución de la república guanche por parte de Antonio Cubillo, como se sabe con capital en las faldas del Teide. Y que resucita los viejos sueños africanistas del abogado y dirigente del MPAIAC, empeñado en que nos alejemos de la Europa desarrollada y sustituyamos el euro por el áfrico.
Estado
Coincide, asimismo, con la deriva soberanista del periódico El Día, un rotativo insularista radical y conservador, pero ahora capaz de combinar la urgente construcción de un Estado independiente (el plazo se agota en 2010) con asiento en Naciones Unidas, con la defensa de la presencia del ejército español en las Islas tras la resolución del proceso descolonizador y una privilegiada relación con el Rey. Con una formulación del Archipiélago que, por supuesto, niega el pan y la sal a Gran Canaria, despojada de su nombre y relegada a un papel secundario en esa futura nación canaria, e incluso insinuando que Gran Canaria quedaría fuera de ese nuevo estado.
Ahora se han fijado en Puerto Rico y apuntan al estado libre asociado como futura formulación de las relaciones de Canarias con España. Sin plantearse siquiera si supone un avance o un retroceso sobre el status actual e un archipiélago que goza de una relevante autonomía y que tiene reconocida una consideración especial, como región ultraperiférica, en los tratados de la Unión Europea.
¿Qué influye para que se produzcan estos vaivenes en el partido que gobierna las Islas desde 1993? ¿Nos encontramos ante un profundo debate, ante una revolución en el terreno de las ideas? ¿Se siente ATI-CC presionada por una radicalización social, por una base nacionalista que considera insuficiente y agotado el actual marco institucional? ¿Quiere dar un paso para superar su insularismo hegemonista y conservador, para construir una organización nacionalista que sea homologable a las existentes en las nacionalidades históricas?
Nada de eso. Lo que ha cambiado en ATI-CC son sus derrotas electorales, su retroceso significativo en el apoyo de los votantes en las últimas dos citas con las urnas, su práctica desaparición en Gran Canaria y enorme debilitamiento en Lanzarote, su mantenimiento en el Poder a costa de establecer una alianza justamente con el partido más centralista y antinacionalista. Y ante esas circunstancias plantean, con escasa reflexión, auténticas huidas hacia delante.
La reacción, por cierto, de los dos grandes partidos estatales, también merece ser brevemente comentada. Uno, el socialista, se escandaliza ante los presuntos escarceos soberanistas de ATI-CC, mientras en Cataluña gobierna desde hace años con los independentistas de ERC. Canarias es diferente, pensarán.
Los otros, los conservadores, contrarios no ya al soberanismo sino también a las reformas estatutarias y al debate sobre una posible modificación de la Constitución que abra las puertas a la organización federal del Estado, callan para no poner en peligro sus poltronas en el Gobierno de Canarias. En ambos casos, como ven, la coherencia se encuentra ausente.
Autogobierno
Desde Nueva Canarias respetamos las distintas formulaciones políticas sobre el presente y futuro de esta tierra, siempre que sean planteadas desde posiciones democráticas. Pero estamos convencidos de que lo que corresponde es profundizar en el autogobierno que tanto ha contribuido al desarrollo de Canarias. Gestionando bien las diversas áreas e insistiendo en la mejora de nuestros servicios públicos, que hoy no pasan por sus mejores momentos, gestionando de forma razonable y sostenible el territorio.
Queremos una Canarias más democrática, más desarrollada, más justa y que ofrezca mejores oportunidades a su gente. Y por eso, pretendemos profundizar en el autogobierno, con un nuevo estatuto que incorpore el máximo de competencias, modifique la impresentable ley electoral actual, que elimine los actuales desequilibrios institucionales. Un estatuto que debe contar con el máximo conocimiento y el mayor apoyo social y político. Y en cuyo debate no se produzca el vergonzoso intercambio de estampitas de la anterior legislatura, en el que ATI-CC, PP y PSOE mostraron su pleno interés en todo, menos en Canarias y el incremento de su autogobierno.
*Román Rodríguez es presidente de Nueva Canarias Román RodrÃguez*
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