Soria recorta y Paulino se rebela

Ahora coges las cajitas y a cada color le pones un nombre. A la caja azul la llamas Sanidad, a la amarilla la llamas Educación, a la caja verde le pones el nombre Bienestar Social y a la caja roja la llamas Empleo. Si esas etiquetas son las sociales, entonces podemos decir que la mayor parte del dinero que has sacado proviene de las cajas sociales. Puedes disimular hablando de porcentajes respecto a lo que se queda en cada caja. Pero la realidad cruda, en números brutos, es que el nuevo recorte que anunció ayer el consejero de Economía del gobierno canario afecta sobre todo a las áreas más sociales del gobierno.

Igual que en los recortes anteriores el gobierno nos presenta los datos en términos porcentuales. Recomiendo a PP Manolo que la próxima vez nos presente los datos en un formato más moderno, que los explique usando un power point, porque esa imagen donde se ve a PP Manolo marcando con su bolígrafo los recortes que nos va diciendo es peligrosa desde el punto de vista televisivo, ya que si las cámaras se acercan a sus manos podrían concentrarse en su rolex Oyster Perpetual Datejust, el reloj preferido de nuestro consejero que según se contaba en una entrevista que le hicieron hace unos años valía entonces 6000 euros. Estéticamente quedaría mejor que PP Manolo guardará su reloj en el bolsillo, para que los 18 kilates no provoquen reflejos en las cámaras que están grabando su recorte de 51 millones de euros a la Sanidad y Educación de Canarias.

También recomiendo a Paulino Rivero que no anuncie su rebelión contra los recortes anunciados por Zapatero el mismo día que PP Manolo da los datos de la aplicación de esos recortes. Esta nueva rebelión de Paulino tiene el mismo color, olor y sabor que aquel motín contra las maletas de Iberia que se quedó en una machangadas más. Dice Paulino que las comunidades autónomas no tienen por qué pagar los derroches del gobierno del Estado. Debe ser que ZP y sus ministros provocaron el déficit público a base de ir al bingo.

Porque el dinero que el gobierno ha gastado en los últimos años, el que ha originado el déficit que no le gusta al FMI ni a la Unión Europea, ese dinero ha sido en obras y servicios en las diferentes comunidades autónomas. Si estaba gastando mucha pasta Paulino podía haberse negado a recoger el dinero que recibió para ley de Dependencia, para carreteras, o pedir que no se diera dinero a las madres canarias para nuevos nacimientos, o a pensionistas isleños. Pero si recogió ese dinero que venía del Estado y ahora hay que recortar, pues se tiene que aguantar. A lo mejor tendrá que ahorrar gasolina del helicóptero, que sale carísima, o decirle al cuñado de PP Manolo que no gaste tanto en teléfonos, o volver a poner los controles de gasto que el interventor general Hernández Bento suprimió el 1 de enero de 2009. Si PP Manolo quiere distraernos hablándonos de los porcentajes para esconder que con sus tijeras donde más va a recortar es en Sanidad y Educación, eso forma parte del juego político. Pero el numerito de la nueva rebelión de Paulino es una solemne machangada. Menos numeritos, señor Presidente, que la cosa no está para seguir tratándonos como si fuéramos tontos.

Juan García Luján