De la soriasis soriática

Es lo que se esperaba. Gobierna Canarias el pacto de dos partidos desarbolados en la isla, redonda por todas partes, menos por La Isleta y eso tenía que notarse. Estuve fuera unos días y si me fui con la burla de la financiación por capitalidad, encontré de regreso el intento de cierre del Palacio de Congresos del Sur, con 2.000 congresistas internacionales dentro y el rechazo del Plan Turístico por haberse cumplido el plazo de presentación. A lo que nada objetaría si no fuera porque siguió adelante el de Tenerife, que también incumplió el plazo; pero, eso sí, sólo “levemente”, según aclaró la administración con sorna sarcástica y para mayor escarnio. Toda una aportación al Derecho Administrativo.

Quieren dañar al turismo grancanario. Ya se vio la negativa a considerar Las Palmas ciudad turística y el bloqueo a la reconversión del Sur y a las inversiones allí en infraestructuras es tan evidente que llega al extremo de paralizar el proyecto del palmeral de Maspalomas. Además de solapadas marginaciones promocionales de las que nada se dice.

Es sistemático el golpeo a la economía de la isla. Por ejemplo, las presiones del Gobierno sobre el empresariado para lograr un consejo de la Autoridad Portuaria al que Soria pueda mangonear. Félix Santiago fue obligado a marcharse y el sustituto preferido del Gobierno es, no por casualidad, un empleado de Javier Esquivel, el ex casero del gratis total del hoy consejero de Hacienda y relacionado, recuerden, con el asunto eólico; que dejó de soplar debido, sin duda, al cambio climático.

La enemiga paulinesa procura paliarla el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Pérez. Sabe lo que hay y se plantó en Madrid donde logró colocar en los presupuestos del Estado dineros que no existirían de estar en manos soriáticas, ya no soriásicas, no sé si me entienden. Son dineros para el solar de la Catedral y el parque arqueológico La Guancha-El Agujero-Bocabarranco, para la puesta en marcha del consorcio de rehabilitación del Sur y para el transporte público, que obtuvo en el pasado ejercicio con cero euros y que no le faltaran al tranvía santacrucero. Está claro que con esta gente Gran Canaria ha de buscarse la vida. Próxima parada, los presupuestos regionales; que vienen finos, al decir.