Espacio de opinión de Canarias Ahora
Ni el terreno que pisan
El penúltimo espacio del eje del mal, Irán y la frontera entre Afganistán y Pakistán, vuelven a la actualidad gracias a George Walker Bush. Asegura que está dispuesto a aplastar militarmente a supuestos talibanes en zonas de soberanía paquistaní, incluso sin el permiso del presidente Musharraf. Le bastará un informe policial de los servicios secretos sobre la ubicación de los jefes talibanes. Los mismos espías, supongo, que encontraron las armas de destrucción masiva en Irak. Si descuenta la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU para una operación semejante así como la voluntad del aliado paquistaní, ¿en nombre de qué realizaría el ataque?Trata de usar a Hamid Karzai con la idea de inyectarle oxígeno a su campaña contra Irán, pero el amigo afgano contesta otra cosa: “Irán ha sido una ayuda y una solución. Ha apoyado a Afganistán en el proceso de paz que tenemos, en la lucha contra el terrorismo y en la lucha contra el narcotráfico. Nuestras relaciones con ese país (enemigo de Estados Unidos) son muy buenas, muy cercanas”. ¿Que donde está Osama Bin Laden? ¿Quizás en la frontera paquistaní? Respuesta de Karzai: “No estamos más cerca, ni más lejos de él. Estamos donde estábamos hace unos pocos años atrás”. El aliado afgano disimula sobre su delicada situación política, pero dice exactamente lo contrario de la administración estadounidense sobre Irán. Para Condoleezza Rice, Teherán ejerce como el banco internacional que financia el terrorismo. Para Kabul, los ayatolas son un aliado en la lucha contra el terrorismo. Excelente.Mientras, los talibanes atacan un enclave militar de la OTAN; la Cruz Roja expone su temor de que sigan existiendo prisiones secretas donde torturan agentes gringos; el gobierno aliado de Gordon Brown solicita a Estados Unidos la libertad de cuatro presos en Guantánamo y el cierre de esa prisión infame; Washington intenta desesperadamente reclutar a golpe de chequera a jóvenes latinos para enviarlos a Irak y Afganistán; lo que restaba de miembros suníes en el gobierno de Bagdad abandonan sus cargos, acabando así con las esperanzas estadounidenses sobre la reconciliación y la capacidad del primer ministro cipayo Nuri al Maliki para asumir el control político, la capacidad para pacificar el país...Washington siempre dijo que dotaría a las fuerzas de seguridad iraquíes y así podría retirar parcialmente sus tropas asediadas. Pues bien, el 30% de las armas destinadas a ese fin entre 2004 y 2005 cayeron en manos de la insurgencia. Visto lo visto, las acusaciones de Bush contra Siria e Irán, acusándolos de suministrar material militar a la resistencia, parecen más bien exageradas. El general Petraus no sabe cómo explicar la desaparición de unas 190.000 armas, entre ellas rifles AK-47, pistolas, piezas de carros de combate y cascos militares. Con esos recursos y las armas convencionales escondidas por los iraquíes durante y después de la ocupación, ¿para qué necesitan a sirios e iraníes?
Rafael Morales
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